miércoles, 26 de agosto de 2009

Pereza - Aviones



Pues parece que al final va a ser cierto eso de que conseguir el éxito y la fama aún permite poder elegir correr, o no, riesgos. Y Pereza han decidido lanzarse a la piscina con su trabajo más arriesgado y sorprendente hasta la fecha.

Olvidaros de los trallazos pop tipo "Princesas", "Todo" o "Aproximaciones". Estos Pereza olvidan a los Rolling rockeros de sus primeros trabajos, a los Beatles de su anterior disco, "Aproximaciones" y se acercan, a su manera, al sonido americano, folk y country incluidisimo y, en especial a los trabajos de su colega Quique González, del que si se dijera que ha compuesto varias canciones de este "Aviones", nadie dudaría lo más mínimo. Así que Rubén y Leiva, o lo que es lo mismo, Pereza, agarran sus acústicas y sus gorros de paja y ofrecen 17 canciones que alcanzarán su verdadera calidad pasadas varias escuchas.

Comenzar con una canción como "Windsor" es toda una declaración de intenciones. Minimamente accesible, cuenta con una interpretación a la altura de leiva y un trabajo de guitarras excelente. Un nuevo sonido para Pereza al que, a partir de ahi, nos terminaremos acostumbrando. "Violento amor", escogido como single, cumple con su función, melodía claramente contagiosa, y trabajos vocales "made in Pereza" que dan forma a una canción que quizás no sea la que mejor define el espíritu del disco. Turno para una de las mejores canciones firmadas por estos tipos, "Lady Madrid" no pierde el espíritu acústico que rodea el trabajo, pero no es dificil imaginarla con otro sonido más pop. Aún así, uno de los estribillos más redondos de todo el trabajo y un auténtico single, este si, en potencia. Entonces entra en escena Rubén y hay una noticia buena y otra mala. La buena es que "4 y 26" es la mejor canción compuesta por el madrileño de largo, y la mala es que a partir de ahi, el resto de su repertorio está por debajo del listón puesto. Pero es que este tema es muy redondo, con una letra genial y una producción perfecta, lo dicho, lo mejor compuesto hasta ahora por Rubén. Y seguimos con la racha por que entra en escena la mejor canción de todo el disco, "Amelie". Tan preciosa y sensible, tan frágil y emocionante, con un estribillo tan perfecto...y encima con la voz del maestro Andrés Calamaro, "Amelie" no solamente es una de las canciones más brillantes jamás compuesta por Pereza, sino que suena diferente, inolvidable, hipnótica. Country rock al máximo en "Pirata", otra de las grandes canciones de Rubén. Con un estribillo radiante y una interpretación vocal más que aceptable (no es el punto más fuerte del madrileño, todo hay que decirlo), una canción más que notable, con un acompañamiento vocal femenino que engrandece el tema. A continuación vuelve Leiva, con "Leones", otra de las mejores canciones del disco. Con una sensibilidad que aumenta gracias a una sección de viento perfecta, se trata de una canción brillante y sin apenas fisuras en una melodía realmente conseguida. "Backstage" es otra de las canciones firmadas por Rubén, en el disco que más participa con diferencia. Buena melodía y mejor estribillo, con un acompañamiento de armónica genial. Lástima de una letra bastante pobre. Pero hasta eso parece controlado por los madrileños, y es que "Champagne" tiene una de las mejores letras de todo el trabajo, además de una melodía redonda y sensible que alcanza su cima en el estribillo que crece y crece con cada escucha.

Pero si hablamos de singles, no hay duda, "Que parezca un accidente" es la elegida. La canción más sencilla y pop de todo el disco es, también, una de las mejores. Estribillo directo para ser gritado en todos los conciertos. Y continúan con el buen ritmo porque "La chica del Tirso" es otra de esas baladas que valen su peso en oro, especialmente gracias a un estribillo irresistible y una letra genial. "Esta lloviendo" es, con toda seguridad, la canción más sentida de cuantas ofrece Rubén, pero eso no garantiza el éxito. Es cierto que a nivel de interpretación vocal, esos agudos en el estribillo, eran impensables hace un tiempo, pero en general se trata de una canción demasiado fácil, con una melodía resultona y una buena producción, pero eso, a veces, no es todo. Pero a la siguiente va la vencida, y Rubén se resarce con "Voy a comerte", la canción más reconocible del guitarrista, esa que se canta con tono madrileño chulesco, casi amanezador hacia la chica de turno. Con unos teclados irresistibles y una gran interpretación vocal, ahora si, estamos ante un gran tema. Pero aquí que llega Leiva con una de esas canciones que justifican la aparición de un disco. "El día que no pueda más", podría firmarla sin ningún problema el mejor Quique González, pero Leiva la convierte en una canción que suena a Pereza por los cuatro costados, al menos a estos "nuevos" Pereza. Radiante, sensible y con unas cuerdas íntimas y usaves, estamos ante un tema que supone un paso más en la carrera de compositor de Leiva. Y al fin llegan los Rolling, pero no los de "Start me up", "Honky Tonk Woman" o "Satisfaction", no. Es el turno de los Stones más campestres, blueseros de todos, con una canción, "Escupe", que no le importaría cantar al mismísimo Keith Richards, pero que, en cambio, es Rubén, en la que es, con diferencia, su mejor interpretación vocal de todo el disco. Una canción sucia, rabiosa, grande, clásica. Si hay alguna canción que podría sobrar en el disco, esa es el "Señor kiosquero", no porque sea una mala canción, ni porque sea una versión de un grupo argentino. La canción es rockera, contundente, y sirve para disfrutar de los Pereza más argentinos hasta la fecha, sino porque en un disco tan centrado en mostrar una nueva imágen de Pereza quizás no sea lo más acertado. Pero de todos modos, lo dicho, rock del bueno made in Argentina. Y para finalizar, "Llevame al baile", un baladón en toda regla que cumple con el camino marcado a lo largo del disco: acústicas, teclados, coros, voces sentidas, letras de amor. También es, sin duda, la canción más Quique González de todo el trabajo, aún así, un tema más que correcto para cerrar este disco.

Pereza tenían un gran reto por delante, superar su mejor trabajo, "Aproximaciones", un disco sin fisuras, redondo, y sin apenas bajones. No lo han conseguido, de acuerdo, pero es que tampoco parecen haberlo intentado. Simplemente han hecho el disco que a ellos les ha apetecido. Acústico, íntimo, sensible, más de cantautores que de banda rock. Y, en estos tiempos que corren, hacer lo que a uno le da la gana en el negocio musical solo está a la altura de muy pocos. Y hacerlo bien, aún a menos. En fin, que en vez de sudar por las plazas de toros, nos vemos en los teatros, Pereza.

Nota: 8,5

Sidonie - El incendio



Queda feo sacar el disco del verano a finales de agosto. Pero aún peor es sacar el disco de pop del año en plena época estival. Pues Sidonie lo han hecho, sin ningún tipo de problema ni preocupación. Señoras y señores, con todos ustedes, EL DISCO DE POP DE 2009.

Y es que el trio catalán ya habían anticipado este éxito con su anterior trabajo, el excelente "Costa Azul", uno de esos discos que, una vez descubiertos, se convierten en imposibles de olvidar, llenos de canciones redondas, melodías perfectas y coros sublimes. Pero es que "El incendio" tiene todo eso, y mucho más.

Lo que en "Costa Azul" era una colección de canciones geniales, algunas sobresalian por encima de otras ("Nuestro baile del viernes", "Empieza el día en tu jardín" o la increible "Los Olvidados"), mientras que en "El incendio", tenemos 12 singles en potencia, 12 dosis de pop inolvidable que, encima, suena como un conjunto perfecto, complementándose entre ellas con una facilidad al alcance de muy pocos.

Y es que, en el fondo, nos encontramos ante un disco conceptual, que gira y gira una y otra vez sobre el amor, ese sentimiento tan ligado a la música pop. Definitivamente, Sidonie se han liberado de todas las etiquetas de psicodelia, bohemia y demás y han demostrado lo que realmente son, unos románticos que aman la música, los estribillos, las melodías perfectas, los juegos vocales asombrosos.

El disco comienza con "El incendio", tema homónimo que se convierte en la mejor manera posible de empezar el viaje. Arrolladora, excitante y efusiva, desde el comienzo dando en la diana. Tras ella, "La sombra" se destapa como una de las muchas sorpresas que nos esperan. Con unos ritmos más rockeros, con la épica por bandera, Marc, cantante principal de grupo, canta como nunca, mientras que Axel (batería) y Jesús (bajo) dan la suficiente seguridad creando una base instrumental imponente.
Turno para la que se convierte, por derecho propio, en la hermana mayor de "Los Olvidados", o lo que es lo mismo: "Un día más en la vida". En esta ocasión, Sidonie se acercan muy discretamente a la psicodelia, pero terminan rindiéndose al pop más perfecto que son capaces de crear, con una melodía y, sobre todo, un estribillo que son, sencillamente, irresistibles. "Algo nos pasará" es una de esas canciones que van creciendo y creciendo tras la primera escucha, hasta que se convierte en una de las joyas de la corona. Perfecta en sus juegos vocales y con unas sublimes cuerdas, se trata de una muestra de sensibilidad pop muy poco frecuente en la música española. Por supuesto, protagonismo absoluto para un estribillo que termina explotando ante nosotros sin piedad: piel de gallina. Si "Algo nos pasará" era dulce, "Por ti" es, sencillamente, la canción más romántica que estos chicos han sido capaces de crear en su carrera. Parece imposible quedarse con una canción de este disco como favorita, pero es que "Por ti" se convierte en un himno absoluto, una de esas demostraciones de que, en apenas 3 minutos y medio, se pueden comprimir un montón de sensaciones y sentimientos capaces de sentirse propios sin dificultad alguna.Imposible no emocionarse con eso de: "y es que me salen rosas de la boca, cuando me preguntan por ti, y las calles se vuelven playas si tu las andas, todo es por ti". Inolvidable. Y para cerrar la impresionante primera parte del disco, llega "Viva el loco que inventó el amor". La canción más rockera del álbum es la que mejor encajaría en su anterior disco y a la vez, el tema que menos se espera de un grupo como Sidonie. Estribillo apasionado ("que bonito es, esto del amor, que nos rompe y nos parte en dos), "Viva el loco que inventó el amor" se convierte en una de esas canciones que tiene toda la pinta de crecer y crecer en directo. Brillante.


Tiempo para la segunda parte que se abre de la mejor manera posible. Hasta hace poco parecía imposible que un grupo español fuera capaz de componer una canción como "A la vera del mar". Y es que es tal su calidad, sus influencias (especialmente del "Forever Changes" de Love)y su capacidad melódica que uno no puede más que levantarse y aplaudir. Una impresionante sección de viento da comienzo a uno de los mejores temas que Sidonie ha compuesto en su carrera. Y de nuevo toca preparar alabanzas ante un tema. En esta ocasión se trata de "Al viento", la auténtica balada del disco. Con una interpretación vocal preciosa y sentida por parte de Jesús, y con un trabajo instrumental perfecto (atención al hammond del comienzo y a la batería de la parte final), estamos ante una canción que emociona desde la sinceridad y el romanticismo más puro. Turno entonces para el pop más clásico, ese que deja claro que la fórmula más sencilla (y ahí es donde reside la grandeza de canciones así) de estrofa, estrofa, estribillo, estrofa, estrofa, middle eight y estribillo. Pues bien, siguiendo esa fórmula, "Fue sin querer" se corona como la gran canción tapada del disco. A priori puede parecer la más floja, pero sus guitarras a lo Byrds, su estribillo contagioso (te descubrirás tarareándolo sin darte cuenta) y, sobre todo, su climax final con uno de esos juegos vocales que parecen ya una marca registrada de Sidonie, la convierten en uno de los grandes temas (¿acaso alguno no lo es?) del disco. Y tras ella, "Nueva york", la canción más "americana" de todo el trabajo es también una de las mejores. Pocas veces una canción con algo tan sencillo como "Te lo pido por favor, un día más en Nueva York" ha conseguido tal grado de efectismo. Imposible no rendirse ante una melodía redonda, una interpretación vocal perfecta y una declaración de amor tan sencilla a la ciudad de los rascacielos ("Dicen que aquí los versos dejan cicatriz...). Redonda. Y si la sencillez es la manera más fácil de llegar a lo más especial, "En mi garganta" es el ejemplo perfecto. Aparentemente interpretada casi en directo, se trata de la canción definitiva para la liberación de Sidonie, que por fin, gritan sin miedo alguno eso tan complicado de escuchar: "Te quiero". Y lo dicen con una pasión, sinceridad y entusiasmo que es imposible no emocionarse y gritarlo con ellos. Uno de los mejores temas del disco, sin ningún género de dudas, y quizás, la canción que mejor define el espíritu de "El incendio". Y llegamos al final con una de esas canciones que parecen fáciles de hacer, pero que realmente son las más complicadas. Esas que en apenas 3 minutos hacen un repaso de todas las canciones, letras, personajes y demás aparecidos hasta entonces en el disco. Se trata de "El adiós", pero cuando uno está en racha, y Sidonie está en la mejor de su carrera, todo sale, y en este caso, vaya si lo hace. Perfecta, emocionante, sencilla y redonda, se trata de una manera de cerrar el disco que parece inmejorable.

Sidonie nos habla de besos, dudas, pasión, fuego, tristeza, imaginación, despedidas, flores, mares, rosas, miedos, alegrías...Sidonie nos ha dado una lección de pop que no es, ni más ni menos, que un canto a la libertad para hablar de amor. El mejor disco español del año ( a no ser que a Bunbury o Sabina les de por sorprender) es una obra maestra de pop, si, pero por encima de todo, y me temo que así le gustaría al trio catalán, es un canto al amor. Pues !que vivan los locos que (re)inventaron el amor!

Nota: 10

sábado, 1 de agosto de 2009

Up - Así que esto es el cine...



Siempre es una sensación extraña la que se siente mientras se ve una obra maestra. De repente se deja de pensar, de analizar, de intentar descubrir, y uno, simplemente, se deja llevar. Dejas de pensar en la nota que le pondrás, en la crítica que harás, en las recomendaciones,en tus problemas, en el trabajo, etc. Olvidas todo eso y te dejas llevar a un momento concreto (sesión de las diez de la noche), en un mundo único (el mundo de Carl y Russel)y tus sensaciones inundan todos los rincones donde deben esconderse tus palabras.

Por eso es tan dificil hablar de "Up". Por que nunca es fácil describir un clásico, un trozo de vida tan emocionante como el que supone esta obra de arte de apenas 90 minutos donde todo lo que se respira, y contagia, es humildad, sinceridad, calidad y mucha, mucha, emoción. Por que "Up" es una película emocionante, quizás la película de animación más emocionante jamás realizada, por la simple y clara razón de que se habla de lo cotidiano, que se ensalza la felicidad de la rutina, la capacidad de soñar y hacer realidad cualquier meta desde la humildad.

Como muestra clave de todo lo que estoy diciendo tenemos la imágen de la casa de Carl meciéndose entre los rascacielos ante las atónitas y fascinadas miradas de los ciudadanos, y de toda la sala de cine que lo contamplamos. O la sorpresa que le espera a Carl y que le hace activar su "aventura". Pero en especial está el flashback de cuatro minutos que condensan la relación entre Carl y su esposa Ellie. Intentar describir su calidad artística, su poder emocional, su destreza para unir lo poético con lo cotidiano, la capacidad de cautivar sin una sola palabra, como si del mejor cine mudo se tratara, es algo que se antoja imposible. Y es que únicamente se puede comprobar viéndolo, comprobando como una sala llena, padres, abuelos, niños, etc., contienen la respiración cuando finaliza esa historia de amor,cariño y sueños rotos que no llega a cinco minutos, dejando en completo silencio un cine rendido ante una de las muestras de cine más inolvidables que se recuerdan. Son cuatro minutos, si, pero merece la pena pagar la entrada por verlos, seguir creyendo que el cine aún tiene esa capacidad de ser mágico.

Los padres reflexionan, los niños rien, y todos nos emocionamos y disfrutamos con la última obra maestra de Pixar(y van...). Si el año pasado era un robot llamado Wall E quien nos regalaba la mejor película del 2008, este 2009 parece que anda por el mismo camino. "Up " es tan buena como dicen, tan universal que tiene la capacidad de hacerte sentir que ese pedazo de vida es solo tuyo. "Up" me hace olvidar las últimas películas que he visto (la sobresaliente "Pagafantas", la genial "Bruno" y la notable sexta entrega de "Harry Potter"), me hace reir, me hace llorar, me regala felicidad a raudales y me hace pensar que todos esos niños, y no tan niños, que nos preguntamos a veces que es realmente eso llamado cine, hemos encontrado la respuesto. Así que esto es el cine...Pues si, y del mejor. Una vez más, gracias Pixar.

Nota: 10

Lo mejor: todo, aunque en especial esos mágicos cuatro minutos.

Lo peor: que se acaba.