martes, 11 de octubre de 2011

Noel Gallagher - 'Noel Gallagher's High Flying Birds'




Ya está aquí. Se acabó la espera, la incertidumbre, la impaciencia que despierta un disco tan ansiado como temido. Y digo temido porque somos muchos los que esperábamos el primer trabajo en solitario de Noel Gallagher como agua de mayo, no solo tras la ruptura momentánea (apuesten fechas de regreso) de Oasis, sino desde que se empezó a barajar la posibilidad de que, entre disco y disco de los de Manchester, el mayor de los hermanos agarrara su acústica y se pusiera a componer para un posible trabajo individual. Una vez finiquitada la banda tras publicar el magnífico ‘Dig out your soul’, recibido como enésima resurrección de una banda que nunca llegó a estar creativamente muerta y cuyos logros continúan esperando a ser aplaudidos como merecen, las esperanzas se convirtieron en realidad. Lo realmente sorprendente, y pocos podíamos imaginar, es que sería Liam el que golpeara primero, llevándose a la mayoría de los miembros que formaron la última etapa de Oasis para formar Beady Eye, grupo que facturo un disco tan cercano al brit pop como a los aromas sesenteros que siempre rodearon a las, hasta el momento, mínimas aspiraciones creativas del hermano pequeño. Noel, mientras tanto, permanecía en silencio, sin apariciones públicas o noticias que indicaran los movimientos que estaba haciendo desde el final de ‘su’ banda. Pero, con la misma naturalidad con la que se despidió en 2009, regresaba a las portadas con el anuncio de dos discos, el primero de ellos, ‘Noel Gallagher’s High Flying Bird’, que, retomando la primera frase de esta crítica, ya está aquí.

Es inevitable que un tipo que ha escrito canciones como ‘Champagne Supernova’, ‘Wonderwall’, ‘Live Forever’, ‘Supersonic’, ‘The importance of being idle’ o ‘Don,t look back in anger’, provoque todo tipo de expectativas ante una colección de temas compuestos, como en los viejos tiempos, exclusivamente de su puño y letra, de ese modo, este primer trabajo en solitario de Gallagher se escucha, inevitablemente, con el listón que solamente se ponen a aquellos compositores que, de un modo u otro, forman parte de la Historia, en este caso moderna, de la música. Y, una vez disfrutado al completo, uno descubre que toda la genialidad que se le supone está ahí, intacta, rodeada de una épica que, por primera vez en mucho tiempo, se escucha natural, idónea, característica de sus mejores composiciones. Y uno intenta encontrar, porque la búsqueda es constante, un error que anule o, al menos, rebaje las esperanzas depositadas. Pero no lo encuentra. Desde su arranque con la que es, con toda probabilidad, la mejor canción del disco, la apabullante ‘Everybody’s on the run’, y hasta que se va diluyendo la hermosa psicodelia de ‘Stop the clocks’, Gallagher ofrece la mejor colección de canciones que ha escrito desde el lejano ‘What,s the story (Morning Glory)’ (1995). Desde baladas marca de la casa (‘If i had a gun’, ‘(I wanna live)In my record machine’), pasando por el pop más clásico, ese que bebe de Beatles y Kinks desde el respeto y la admiración, con temas melódicamente intachables como ‘Dream on’, ‘Broken Arrow’ o esa joya con la que todo comenzó, ‘The death of you and me’, pasando por el rock entre psicodélico y progresivo (‘Soldier Boys and Jesus Freaks’ y (Stranded on) The Wrong Beach, respectivamente) e, incluso, llegando a tontear con la música más bailable (‘Aka…What a life’), Noel plasma en diez canciones todo su universo creativo demostrando que con este ‘High Flying Birds’ ha hecho lo que le ha dado la real gana y, seguramente, lo que más ansiaba hacer, un disco sin tener que dar explicaciones ni justificaciones.

La respuesta del público siempre es imprevisible pero parece difícil que todos aquellos que admiran la obra de Noel Gallagher se sientan decepcionados o desilusionados ante este, reitero, ansiado trabajo en solitario, un disco al que le sobran motivos para alcanzar, holgadamente, el sobresaliente. La matrícula de honor la guardamos para sus próximos trabajos ya que, lo mejor de ‘Noel Gallagher’s High Flying Birds’ es que no es más que el primer paso, ya huella, de un camino que acaba de comenzar y ante el que uno, tras dejarse cautivar por diez temas impecables, no puede más que aguardar la mejor de las metas. Esa desde la que uno, al echar la vista atrás, (re) descubre las maravillas del tramo recorrido. Y, no dudéis, estas canciones formarán parte de las mejores huellas. Hasta entonces, la misión es escucharlas hasta convertirlas en recuerdos. De los imborrables.

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