sábado, 30 de enero de 2010

Invictus - Los puntos débiles del genio



Algún día tenía que pasar. Era demasiado maravilloso para ser verdad. Temporalmente hablando, las cuentas salen: desde 2003, Clint Eastwood sumaba obra maestra tras obra maestra de manera, casi, anual. Sobran las palabras cuando se mencionan títulos como "Mystic River", "Million Dollar Baby", "Cartas desde Iwo Jima" o "Gran Torino", eso sin contar los antecedentes, por poner cuatro ejemplos: "Sin Perdón", "Un mundo perfecto", "Bird" o "Los Puentes de Madison". Teniendo en cuenta todo esto, no es cuestión de dramatizar una cuestión que, como he dicho, era cuestión de tiempo, y es que el directo clásico por excelencia, Clint Eastwood ha bajado el listón.

Para evitar cualquier tipo de discusión,lo dejaré claro desde el comienzo: "Invictus" no es una mala película, sino todo lo contrario, se trata de un potentísimo entretenimiento para emocionar y extasiar a las masas, un vehículo de lucimiento para un actor tan extraordinario como es Morgan Freeman y, porque no decirlo, un panfleto en toda regla para alabar a un personaje histórico de la talla de Nelson Mandela. La pregunta es, ¿tenía Eastwood la necesidad de meterse en alguno de estos tres fregados?

A las alturas en las que estamos, no se le puede, ni debe, reprochar nada al director americano, pero se debe tener en cuenta el rasero con el que se mide cada uno de sus nuevos estrenos. ¿Qué "Invictus" está bien dirigida? Claro. ¿Qué tiene algunos momentos de auténtico cine dentro? Desde luego. Pero es que eso se daba por descontado. A Eastwood se le debe pedir más, exigir algo más que una emotiva historia bien contada, algo por lo que, de todos modos, más de un director actual suplicaría.

"Invictus" cuenta con varios puntos fuertes que justifican, de sobra, su visionado. La emoción que desprende en sus mejores escenas es pura, sincera,exceptuando algunos momentos de gratuita sensiblería que no aportan nada a un relato que, por la figura que dibuja y la historia que cuenta, se debería sostener por si misma sin necesidad de ningún tipo de ayuda externa. La actuación de Freeman es tan deslumbrante y genial como cabría esperar de un actor de su talla y la dirección de Eastwood se mantiene tan sencilla, modélica y, a la misma vez, apabullante como en sus últimos trabajos.

¿Qué es lo que falla entonces? Pues un guión demasiado irregular, capaz de pasar del protagonismo absoluto de Mandela, el cual, por cierto,siempre tiene una frase sabia y profunda que decir,sin importar la situación o el contexto, a centrarse en un extenuante y alargado hasta la saciedad, partido de rugby que, a pesar de todo, tiene un innegable poder visual. Si a esto sumamos una serie de escenas que abusan, sin ningún sentido, de las canciones pop de la, por otra parte, genial banda sonora,un Matt Damon desorientado y un risible momento de posible paranoia terrorista, nos encontramos ante bajones de calidad desaparecidos, hasta la fecha, en el último tramo de la obra de Eastwood.

Quizás porque nos tiene muy mal acostumbrados, o porque no solemos relacionar los finales felices con el apellido Eastwood, cuando "Invictus" concluye no siento ese cosquilleo en el estómago, esa sensación que provoca que me parezca imposible levantarme de la butaca hasta que los títulos de crédito terminen. Cuando termina "Invictus", en cambio, pienso que Clint Eastwood sigue siendo un lujo para el cine, que Morgan Freeman es un actor único, que el poder del perdón es necesario e insustituible para entender la felicidad humana y que Nelson Mandela es un político, y una personalidad, ejemplar. Es decir, lo que todos ya sabíamos. Y es que, en algún momento, Clint Eastwood tenía que mostrar sus puntos débiles, los de un genio que, por el momento, deja de estar invicto. Hasta la próxima convocatoria.

Nota: 8,5

domingo, 24 de enero de 2010

Up in the air - El llanero solitario



El cine clásico americano tenía, y tiene, una magia especial. Una capacidad envidiable por despertar sentimientos y crear magia con la sencillez por bandera. Sabía, y sabe, como encontrar la clave justa de las emociones desde la sencillez, provocando que el espectador se identifique con un protagonista o una situación normal y corriente y que, justo por eso, nos conmueva. El cine clásico americano tenía, y tiene, la buena costumbre de mirar a los ojos a la persona que ha comprado una entrada y ha accedido a formar parte de ese juego tan maravilloso llamado cine, y, además, le habla, le hace pensar y, lo más importante, no le trata como si fuera estúpido. Y, además, es atemporal.

"Up in the air" podría haberse estrenado hace 40, 30 o 20 años, pero lo hizo ayer, y eso es un privilegio. Porque en nuestro presente existe, entre otras muchas cosas, una crisis que está dejando a muchas personas en paro, y que nos cuenten la historia de un hombre cuyo trabajo consiste en ir de ciudad en ciudad despidiéndo a gente parece cosa del destino. Pero no nos debemos dejar engañar, porque esta no es una película sobre crisis económica y parados, no; "Up in the air" es, sencillamente,la mejor película sobre la soledad que se ha estrenado desde la maravillosa "Lost in translation".

La soledad como elección de vida, como burbuja donde crear un mundo irreal en busca de la realidad, yendo de lugar a en lugar sin querer ser de ninguna parte, creando corazas donde poner uno de esos carteles que dictan: "Prohibido el paso". Él sentirse solo y tomárselo como un triunfo personal, sin caer en las trampas de los compromisos, estructurando la vida en una base sin fisuras donde, ni las personas que más queremos, tienen más acceso del necesario. Viajando por viajar, utilizando el trabajo como excusa para hacer conferencias donde reflexionar sobre tiburones solitarios y mochilas que llenar, vaciar ye incendiar, con una única meta tan superficial como personal: llegar a las diez millones de millas recorridas para recibir como regalo una nueva tarjeta dorada que sumar a las miles que acumula con cada viaje.

Esa es la vida de Ryan Bingham, encarnado por el mejor George Clooney en el papel de su vida, que se verá ligeramente tambaleada por la presencia de dos mujeres; por un lado, su alter ego femenina, Alex (brillante Vera Farmiga), y por otro, una inocente e insegura joven dispuesta a cambiar las formas de trabajo, y de vida, de Bingham, Natalie Keener, interpretada por el descubrimiento de la cinta, una Anna Kendrick convertida en robaplanos profesional.

Jason Reitman, guionista y director de "Gracias por fumar" y la, injustamente aclamada "Juno", cuenta la historia con emoción, gracia, elegancia y clase, ofreciendo además un puñado de escenas para el recuerdo que adornan visualmente un guión que roza la perfección, al que no le sobra una sola palabra, lleno de diálogos antológicos y que funciona como un auténtico reloj.

A veces ocurre que todos los elementos de una película funcionan, banda sonora, actores, dirección, guión, etc., pero que no importa, porque lo verdaderamente memorable es que, cuando termina la proyección, uno siente la sensación de que ha visto algo auténtico, un trocito de vida de alguien con quien es posible que nos crucemos a diario. Un llanero solitario que desafía la gravedad de la vida volando de aeropuerto en aeropuerto. Una aventurera que esconde su vervadero yo tras su falda corta y los riesgos que toma, o una joven que guarda, tras su aparente fortaleza, un corazón roto y una mochilla llena de ilusiones que no tiene la intención de vaciar a pesar de la insistencia de los acontecimientos. O, quizás nos tropecemos con un hombre trabajador que ha sido despedido por una miserable web cam y que debe tragarse sus lágrimas y orgullo para seguir sobreviviendo. Y es que de esto se trata, de sobrevivir, como cada uno puede. Al final todos estamos solos y depende de nosotros como lo organizamos para seguir. Si me permitís, aquí tenéis un consejo: ir al cine, pagar una entrada y ver "Up in the air".
Ayuda a llevarlo mejor.

Nota: 9


sábado, 23 de enero de 2010

Nine - Deslumbrante Irregularidad




"Te aseguro que lo que a la gente menos le importa es mi guión". Con esta frase, Guido Contini, aclamado directos en asfixiante crisis creativa, intenta convencerse a si mismo, y a su gran estrella, de que el no tener una historia que contar no es lo importante, sino la forma en que se cuenta. Y a la postre esta afirmación se convierte en la verdadera razón de existencia de una película como "Nine".

Lastrada por sus desatadas expectativas y por sus respectivos antecedentes en cine (Fellini) y teatro (su aclamada versión made in Broadway), nos encontramos ante una película que ni es tanto ni es tan poco, sino las dos cosas. Es, a la vez, deslumbrante y fallida, compleja y simple, contenida y loca, apasionante y vacía. Así que la cuestión consiste en decidir de que lado cae la balanza, y eso depende de con que ojos la miras.

El principal problema y virtud del film es su casting. Tener a Daniel Day - Lewis, Judi Dench, Marion Cotillard, Nicole Kidman, Penélope Cruz, Kate Hudson y Sophia Loren, exige, como mínimo, algo notable. Lo que ocurre es que si tienes un notable asegurado lo que debes proponerte es llegar al sobresaliente, y ahí es donde falla "Nine", en el fondo.

Y es que de la forma poco se puede decir más allá de lo absolutamente hipnótico que resulta ser testigo de un espectáculo grandioso, y en ocasiones, grandilocuente, que alcanza el clímax absoluto en algunos de sus números musicales,como "Cinema Italiano", cantado por Hudson, o "Make Movies" de una impresionante Marion Cotillard. Aún así, merece especialmente atención el fascinante número protagonizado por Fergie, cantante de Black Eyed Peas,"Be Italian", que se convierte en el momento más memorable de toda la película.

¿Dónde está lo malo entonces? Pues en una historia vacía, tratada con una ligereza excesiva, y con la que cuesta mucho conectar una vez vemos que toda la película repite la misma fórmula: Day Lewis sufriendo por no tener ideas y buscando la inspiración en sus musas. Bien es cierto que poco más se puede sacar, pero aún así es tanta la diferencia entre las escenas cantadas y las habladas que la sensación que se crea es de que se trata de una propuesta que podría haber sido magistral y se queda en aceptable.

En cualquier caso, cuando las canciones terminan, se apagan las luces, se derriban los decorados y cae el telón con un "Acción" que no es más que el comienzo del eterno ciclo creativo de los cineastas, uno tiene la sensación de haber asistido a un espectáculo fascinante, extraño,carismático y con una capacidad de deslumbrar, cuando quiere, incontestable. Pero también a una obra que podría haber dado mucho más de sí. Todo depende de lo inspirado que esté uno. Y es que, en el fondo, todo depende de la inspiración, y sino que se lo pregunten a Guido Contini.

Nota: 8,5

domingo, 17 de enero de 2010

Sherlock Holmes - Elemental, querido Downey Jr.




Soy fan de Guy Ritchie, no soporto a Robert Downey Jr. y admiro enormemente a Jude Law. Con estas tres ideas fijas en mi cabeza adquirí mi entrada para ver, en una reconfortante sala casi completa, este nuevo y cacareado Sherlock Holmes. Confesándome ignorante en lo que respecta la obra de de Sir Arthur Conan Doyle, no podía más que tener la certeza de que, al menos en lo que respecta a los referentes, no podía sentirme decepcionado.

Y empezó el show, arrollador, apabullante en su prólogo, Ritchie maneja la cámara como sabe y me fascina como siempre, Jude Law demuestra que no ha perdido ni un ápice de su carisma en pantalla, y Downey Jr. sigue despertando mi parte más irritante con unos gestos pasadísimos de rosca y una eterna cara de recién despierto tras una buena noche de borrachera. Así que, de momento, todo sigue en su sitio.

Hasta que algo ocurre, y como si de un caso de Holmes se tratara, todo termina dándose la vuelta y ocupando el sitio que uno menos espera. Y es que con "Sherlock Holmes" ocurre algo parecido al caso que estructura su trama, se pierde muchas veces en si misma, camina por rinconces demasiado intrincados, y utiliza recursos, la magia negra, con los que no todos conseguimos empatizar. Y por momentos te dan ganas de tirar la toalla, de salir de la película y esperar que llegue la siguiente escena de acción, que, por cierto, son autohomenajes de todas las obras anteriores de Ritchie. Pero al caso aún le falta otro giro.

Y es entonces cuando, como por arte de magia (blanca), las piezas encajan, el ritmo vuelve a acelerarse, el espectáculo a desbordarse de la pantalla y la trama ha adquirir un sentido, o todo lo contrario, pero, ¿qué más da?, esto es entretenimiento. Y además podemos deslumbrarnos con escenas que revelan el excelente director que se encuentra tras la cámara, como el explosivo momento del muelle o todo el desenlace, sin excepción. Una dirección Made in Richie, aunque quizás demasiado moderada para lo que nos tiene acostumbrados el británico.

Downey Jr.

¿Qué decir de Robert Downey Jr.? Pues que siempre, exceptuando su grandioso papel en "Tropic Thunder", ha sido uno de esos actores que me tiraban para atrás cuando de ver una película se trataba. Pero va pasando la película, y uno debe terminar aceptando la evidencia, así que ahi va: Robert Downey Jr. es lo mejor de "Sherlock Holmes". Más allá de su excelente química con un, siempre elegante Jude Law, que, por cierto, es uno de los mejores y más desaprovechados actores del actual panorama cinematográfico,Downey Jr. se adueña de la función poco a poco, robando escena tras escena, componiendo un Holmes extravagante, pelín pedante, astuto, lleno de contradicciones y, muy carismático. Ojo, por que es posible que esta noche se lleve un Globo de Oro por esta actuación, repito, gloriosa.

En definitiva, una notable película de acción y entretenimiento, y un blockbuster de irregular ritmo, pero a prueba de taquillas, diseñado para ser franquicia. Y es que, a veces, lo elemental está donde uno menos lo espera. Como en Robert Downey Jr.

Nota: 8,5

martes, 5 de enero de 2010

Mejores Películas 2009

1 - UP



Cuando crearon "Ratatouille" pensé que el techo estaba tocado...hasta que llegó "Wall E" y, servidor, se quedó sin palabras. Insuperable...hasta "Up". La emoción hecha cine, resumidos en un flashback de apenas 5 minutos que justifican una entrada para seguir soñando. Los magos de Pixar alcanzan el estatus de inmortales...¿o es que acaso hay algo más clásico que la emoción humana?. Insuperable.






2 - EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON




El tiempo como excusa para firmar la historia de amor más surrealista y genial que se ha visto en el cine en lo que llevamos de década. David Fincher se vuelve a asociar con un espectacular Brad Pitt para ofrecer una clase magistral de poesía y capacidad para contar con ternura y delicadeza la eterna relación entre el paso del tiempo y las relaciones humanas. Obra maestra.



3 - EL SECRETO DE SUS OJOS



Que el director Juan José Campanella y el actor Ricardo Darín son una pareja que asegura, como poco, una buena película, parece evidente. Que son capaces de crear dos películas inolvidables como "El mismo amor, la misma lluvia" o, la imprescindible, "El hijo de la novia", queda fuera de toda duda. Ahora bien, que a estas alturas ofrecieran un clásico como el que nos ocupa pareció pillar por sorpresa a todo el mundo. Llena de momentos de cine puro y duro (asombroso plano secuencia en el campo de fútbol) y de emotividad sincera, "El secreto de sus ojos" se convierte, automáticamente, en una película de esas que consiguen aguantar el paso del tiempo sin aparente dificultad. Y es que, ¿acaso alguien ha conseguido olvidar las sensaciones que vivió con, por ejemplo, el desenlace de la cinta? Imprescindible.



4 - GRAN TORINO



El eterno invitado a este tipo de listas, el mejor director vivo de la década, la balanza de obras maestras juega a su favor, Eastwood regresa para contarnos una historia de buenos sentimientos contada mil veces antes y, sin embargo, convenciéndonos de que nunca nos había emocionado tanto. Es la despedida como actor de un genio en estado puro, en permanente estado de gracia. He escuchado muchas veces eso de, "Eastwood, no te nos mueras nunca"...como si fuera posible que un inmortal lo hiciera. Como siempre, su penúltimo clásico, hasta su próximo estreno.




5 - MALDITOS BASTARDOS




Y va Quentin Tarantino y se (re)inventa la historia. Y encima se toma la licencia de colarnos humor, locura y despilfarro en la Segunda Guerra Mundial. Pero no solo eso, sino que, además, Brad Pitt se desmelena como el líder de una banda de mata - nazis. Pero es que, para más inri, el guionista y director americano convierte todo esto en una película de ritmo imparable, de escenas para disfrutar y nos regala la oportunidad de disfrutar de una de las interpretaciones del año, Christoph Waltz. ¿Se puede pedir algo más? Reverencia, pues.



6 - AVATAR



El principio de todo. Seguramente, el tiempo tomará la última decisión sobre que lugar ocupa el último invento de James Cameron en la historia del cine, más allá de las taquillas. La historia, he oído por ahí que la tiene, quien esto escribe no la vió o, en cualquier caso, se la sabía de memoría, no importa, lo que deslumbra y supera las expectativas es la forma, el envoltorio. ¿Va a cambiar la historia del cine? Pues mire usted, no lo se. ¿Qué si he visto algo así en mi vida? La respuesta es no. Si la tecnología es arte, como dice un amigo mio, esto debería estar firmado por Picasso. El cine, entendido como viaje para el espectador.



7 - DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS



O se ama o se odia. No existe termino medio ante películas como esta. Si has leido el cuento en el que se basa, olvídalo. El lado tenebroso, solitario, desconsolado y traumático de la infancia, caracterizado de unos seres llenos de problemas tan suyos como nuestros. Emociona, hace pensar, conmueve y desconcierta a partes iguales. Pero, tras un desenlace asombroso, encontramos la respuesta a su título, ¿dónde viven los monstruos?, dentro de cada uno de nosotros. Extraña, diferente y, por lo tanto, necesaria. (P.D: el mejor trailer del año).



8 - CELDA 211



Es un auténtico placer incluir una película española dentro de esta lista. Pero es que esta "Celda 211" tiene tantas cosas, y tan buenas, que lo justifican. Más allá de la excelente ambientación, la genial banda sonora o la frenética dirección de Daniel Monzón, está una historia brillantemente contada y llena de momentos de auténtica maestría dentro del género. ¿Luis Tosar? La interpretación del año. Lo mejor de la cosecha española de este año.




9 - SI LA COSA FUNCIONA




Tras la, injustamente, vapuleada "Vicky Cristina Barcelona", Woody Allen decide coger las maletas y volver a su Nueva York de siempre...como si importara el lugar ("Match Point", su última gran obra maestra, estaba ambientada en Londres, pero bien podría haber sido Marruecos, Italia o China). Lo que si se debe celebrar, y de que manera, es la vuelta del genio a sus eternos dilemas, existenciales, paranoicos...divertidísimos. Sin ninguna duda, la mejor comedia de Allen desde "Desmontando a Harry". Nos vemos este otoño, genio.



10 - ROCKANDROLLA



Tras muchas dudas sobre que película podría finalizar esta lista, y tras destacar una de las películas más sobrevaloradas de todos los tiempos como es la tramposa "Slumdog Millonaire" (que no vuelva a pasar), las excelentes "Déjame entrar" y "Frost/Nixon", y la sobresaliente "Ágora", he decidido inclinar la balanza a favor de una de mis debilidades personales, el director Guy Ritchie. "Snatch, cerdos y diamantes" es una de esas películas de culto que cualquier amante de cine debería revisar anualmente, y "Lock and Stock", uno de los mejores debuts del cine europeo en todo el siglo pasado. Mezclar a Tarantino y Scorsese con música de Oasis, Ocean Colour Scene y demás de fondo no parece gran cosa. Pero hacerlo con la gracia, el desparpajo, el ritmo y los personajes con las que lo hace Ritchie no están al alcance de muchos. Alejado del papel cuché, adiós Madonna, el director inglés vuelve a hacer lo que mejor sabe: entretener. Y, por cierto, "Rockandrolla" es la película más divertida del 2009.

domingo, 3 de enero de 2010

Mejores Discos Internacionales 2009

1 - M. WARD - HOLD TIME

El mejor disco del año llega de la mano de uno de los artistas más inconfundibles, genuinos, geniales y clásicos de la escena musical mundial. Juntando la música de los 50, con guitarras propias de los sesenta y un tono de voz válido para cualquier época que se mencione, M.Ward vuelve a superarse y nos descubre, una vez más, que lo excepcional siempre aparece tras la sencillez. Insuperable...hasta su próximo disco.



2 - BRUCE SPRINGSTEEN - WORKING ON A DREAM
Vapuleado por un sector de la crítica, amado por casi todo el resto del mundo, el último trabajo del Boss pasa por tener sus canciones más pop y una vitalidad y optimismo que no destaca precisamente dentro de su discografía. Quizás por eso es aún más importante rendir tributo y alabanzas a un trabajo de una calidad incontestable, capaz de transmitir un entusiasmo necesario. ¿Quién da más? Que viva el Jefe.



3 - MUSE - THE RESISTANCE

Tras, para quien esto escribe, su mejor trabajo hasta la fecha, "Supermassive Black Holes", Matt Bellamy y los suyos vuelven a lanzarse al vacío de sus cabezas, que, en esta ocasión, demuestra una vez más que de vacío poco, ya que está lleno de genialidad. ¿Ambiciosos? Por supuesto. ¿Grandilocuentes? Los que más. ¿Geniales? Sin duda. Y sino, que vengan otros y se marquen temazos del tamaño de "Undisclosed Desires", "Guiding Light" o "United State of Eurasia". Grandes no, enormes.



4 - WILCO - THE ALBUM


Cabeza visible de uno de los movimientos musicales más geniales de la década que despedimos, y autores de dos de los mejores discos de la historia del pop/rock, como son "A ghost is born" y, sobre todo, "Yankee Hotel Foxtrot", esta vez los americanos se dejan llevar por la sencillez y sus influencias más claras para regalarnos una colección de canciones que, tras su aparente simplicidad, esconden una gama de sentimientos y calidad musical incontestable. Necesarios.



5 - GIRLS - ALBUM


Este dúo de San Francisco son los responsables del mejor debut internacional del 2009. Pop guitarrero, entusiasta, fresco y energético, Girls ofrece un disco repleto de justificaciones para creer que estamos ante uno de los grupos más importantes de los próximos años. Genialidad es la palabra que se debe aplicar a temazos de la talla de "Laura", "Lust for life" o la apabullante "Hellhole Ratrace".



6 - ANTONY AND THE JOHNSONS - THE CRYING LIGHT

Siendo consciente de que es muy difícil, se acepta la palabra imposible, superar su histórico " I am a bird now", uno de los mejores discos de los últimos 40 años, Antony decide reiterar su propuesta y acierta de lleno con canciones hechas desde la más pura emoción. Pocas melodías este año pueden plantarle cara a "Her eyes are underneath the ground" o "Everglade". De la voz de Antony sobra hablar, impresionante. Obra maestra.



7 - MUMFORD AND SONS - SIGH NO MORE

Resultado de la mezcla entre Coldplay, folk y Arcade Fire, nos encontramos ante otro de los debuts del año. Lleno de épica y grandilocuencia y con canciones incontestables, se trata de un disco para disfrutar poco a poco, saboreando cada nota de banjo, cada piano, cada coro. Del futuro es imposible hablar, pero el presente debería rendirse ya a sus pies.



8 - ROBBIE WILLIAMS - VIDEO KILLED THE RADIO STAR

El genuino y genial Robbie Williams volvía por todo lo alto tras el fiasco, principalmente crítico, de su último trabajo, el fallido "Rudebox", con un disco maduro y sofisticado con el que pretendía volver a conquistar el mundo...bla bla bla. Robbie Williams no necesita a estas alturas conquistar nada, ya estuvo en la cima cuando quiso, y regresa con un trabajo adulto y lleno de buenas, grandes y excelentes canciones. Perfectamente producido y brillantemente interpretado, "Video Killed the radio star" es, nada más y nada menos, que un trabajo más dentro de la discografía de uno de los mejores showman del último siglo. Genial.



9 - MONSTERS OF FOLK - MONSTERS OF FOLK


Mike Mogis, productor de los imprescindibles Bright Eyes, Conor Orbest, genio capaz de facturar obras maestras anualmente, M.Ward, número uno de esta lista, y Jim James, voz y compositor de los grandiosos My Morning Jacket, se unían para grabar un disco. Las expectativas, evidentemente, desatadas. ¿Y el resultado? Notable, rozando el sobresaliente. Sobra poco y no falta casi nada. Orbest nos regala "Ahead of the curve", M.Ward "Sandman, the brakeman and me", y Jim James "Magic Mark", y juntos "Dear God" y "Say please", lo mejor del lote. En resumen, una maravilla.



10 - PAOLO NUTINI - SUNNY SIDE UP

Comparado en su primer disco con James Blunt, este jovencísimo artista decide cerrar bocas con un segundo trabajo que deja a la crítica con la mandíbula desencajada y al oyente con una sonrisa de oreja a oreja. Baja un poco el nivel en su segunda parte, pero es que las primeras 5 canciones de este "Sunny Side Up" son, sencillamente, insuperables, en especial ese "No other way" que lleva la emoción en cada nota. La sorpresa del año.

Mejores Discos Nacionales 2009

1 - PEREZA - AVIONES
Por saber madurar y entregar un disco sin fisuras, que crece con cada escucha, lleno de matices. Por poder hacer lo que les da la gana, fusionando el espíritu juvenil del más puro rock and roll con el intimísmo de otros compatriotas como Quique González. Un trabajo maduro y sorprendente que se convierte, no solo en su mejor disco hasta la fecha, sino en el trabajo más importante, por éxito y relevancia, del 2009.



2 - SIDONIE - EL INCENDIO

Pop del de toda la vida sonando como nunca. Excepcionales canciones vestidas de soleado verano y con melodías dignas de los mejores Beatles o Beach Boys. Uno de esos discos con capacidad única para crear recuerdos. Brillante de principio a fin.



3 - QUIQUE GONZÁLEZ - DAIQUIRI BLUES

Elegante y delicado, sencillo y profundo, acústico y penetrante. El disco más cálido del 2009 lleva el sello de identidad de un artista incapaz de bajar del notable. A la altura de su obra, o lo que es lo mismo: genial.



4 - LOVE OF LESBIAN - 1999
La historia de una pareja a lo largo de los años es la excusa para que el conjunto catalán ofrezcan su repertorio de épica y grandilocuencia en un conjunto de canciones capaces de conquistar el corazón de cualquiera. Emocionante y rabioso, es, con toda probabilidad, el mejor trabajo de uno de los grandes grupos del panorama nacional.



5 - MANEL - ELS MILLORS PROFESSORS EUROPEUSS


El mejor debut del año. Redondo desde que comienza hasta que termina, nos encontramos ante un disco de culto en todo su esplendor. Magistral pop en unas canciones inolvidables.



6 - JOAQUÍN SABINA - VINAGRE Y ROSAS

Las mejores letras del maestro de Úbeda desde "19 días y 500 noches". Maduro y poético, Sabina gana la partida cuando se pone rockero ("Tiramisú de Limón" y "Embustera") y roba el corazón cuando se pone romántico ("Cristales de Bohemia" y "Agua pasada"). Como siempre, para levantarse el bombín.



7 - THE SUNDAY DRIVERS - THE END OF MAIDEN TRIP

Los manchegos cierran una etapa llena de aciertos ("Little heart attacks") y pocos fallos ("Tiny Telephone") con un disco para disfrutar y ser consciente de la madurez alcanzada por un grupo a tener siempre en cuenta. La mitad del disco, mínimo, es un clásico.

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8 - FABIAN - ADIÓS TORMENTA


El disco más melancólico del año. Lleno de melodías con capacidad para poner el pelo de punta, Fabian ofrece una clase magistral de como conectar emocional con el oyente a través de algo tan necesario en estos tiempos musicales que corren como es la sinceridad. Apabullante.



9 - DENEUVE - EL CODAZO DE TASSOTTI
Repleto de buenas canciones, y con, al menos, tres obras maestras incontestables, estamos ante el disco más relajado e introspectivo de Deneuve. Recogiendo su propia influencia y devolviéndola en forma de perfecto pop. Recomendadísimo para estas tardes de invierno. Y "Para vosotras", es una de las canciones del año.



10 - LOVELY LUNA - CHANG Y ENG
Los Simon y Garfunkel españoles vuelven a dar en la diana, más si cabe que en su debut, gracias a unas melodías folk/pop llenas de sentimientos universales y letras brillantes. Sin duda alguna, una de las apuestas seguras de este año.