sábado, 19 de septiembre de 2009

Malditos Bastardos - Danke Tarantino



Quizás es porque venía de sufrir cuatro películas horrendas ("American Playboy", "Que le pasa a los hombres", "Gamer" y "Hazme reír") pero me ha encantado "Malditos Bastardos". Y, desde el mismo momento en que finalizó la película, estoy segurísimo de que al mismo número de fans de la nueva película de Tarantino, se sumarán los mismos detractores.

Tarantino, en cierta medida, se ha arriesgado. Con el ritmo, el tono, la historia de este grupo de personajes peor dibujados de lo que uno esperaría de la mano del director de "Pulp Fiction", pero que tienen el suficiente carisma como para conquistar a una audiencia a la que se le exige el máximo de atención a unos diálogos marca de la casa que funcionan como películas dentro de la película. Escenas largas, pero con una tensión interna más que destacable.

Y es justo ahí donde reside el mayor logro de la película, en lo hipnótico de la propuesta, lo surrealista de una cinta que no tiene miedo de reinventar la historia pero que, lo más importante, lo hace desde el amor máximo al séptimo arte. Y es que el cine es el auténtico protagonista de "Malditos Bastardos", por eso no extraño que uno de los heroes sea un crítico de cine y que la batalla final se libre en una sala de cine. Tarantino ama este oficio de una manera tan pasional que no duda en mezclar el thriller con la comedia, el drama con el spaghetti western, y, como en la mayoría de las ocasiones, no falla.

Dividida en capítulos, "Malditos Bastardos" nos regala momentos de auténtica maestría como el primer acto en una casita francesa, de una tensión y sabiduría en el guión realmente asombrosa, que para redondear, esta finalizada de la mejor manera posible. Y no menos fuerza tiene la presentación de los "bastardos" en el segundo de los capítulos. Quizás el momento más Tarantino de todos cuantos hay en el film sea esa maravillosa escena del bosque del grupo mata - nazis y un alemán capturado. Y aunque a partir de ese instante la película descuide en ocasiones el ritmo, aún se pueden destacar escenas de una brillantez exultante como la de la taberna o el maravilloso momento de la cabina de proyección, eso sin olvidar el sentido del humor que Tarantino utiliza siempre, que aunque en esta ocasión aparece en menor medida, sigue funcionando a las mil maravillas. Sirva como ejemplo el memorable primer encuentro entre el cazajudíos y los bastardos en la entrada al cine.

En cuanto a las actuaciones, son muchos los personajes y todos, absolutamente todos, están perfectos en sus papeles, pero quienes sin duda sobresalen son el teniente Aldo Reine (Brad Pitt) y el coronel nazi Hans Landa (Cristoph Waltz). Pitt ofrece una actuación desenfadada y carismática con la que demuestra que también tiene capacidad para no llevar al ridículo y a la sobreactuación a un persona que lo tenía todo para que así fuera. Pero las alabanzas, todas, deben ir para Waltz y su "caza judíos"; siendo, de lejos, el mejor personaje de la película, su actuación es memorable, aterradora y deslumbrante, capaz de merendarse a cualquier compañero de reaparto solo con un gesto. Nunca nadie había tomado un vaso de leche con tanta tensión. Por su parte, la dirección de Tarantino, segura, directa y, en todo momento, apasionante vuelve a colocarlo en el lugar donde siempre debe estar, junto a los más grandes.

"Malditos Bastardos" no es la obra maestra soñada, pero tampoco es el mayor de los ridículos que sus detractores esperaban desde que se anunció que Tarantino haría su película sobre la Segunda Guerra Mundial. Es, ni más ni menos, que la visión surrealista, épica, desmesurada y apasionada de un hombre que ama su oficio, que vive y muere por el cine. Una película que se amará y se odiará a partes iguales. Un gozoso espectáculo lleno de logros y con algún descuido. Una película que, no lo dudéis, será recordada. Es, sencillamente, la mejor película bélica que Tarantino podía hacer. Sean bienvenidos estos bastardos.

Nota: 9

miércoles, 26 de agosto de 2009

Pereza - Aviones



Pues parece que al final va a ser cierto eso de que conseguir el éxito y la fama aún permite poder elegir correr, o no, riesgos. Y Pereza han decidido lanzarse a la piscina con su trabajo más arriesgado y sorprendente hasta la fecha.

Olvidaros de los trallazos pop tipo "Princesas", "Todo" o "Aproximaciones". Estos Pereza olvidan a los Rolling rockeros de sus primeros trabajos, a los Beatles de su anterior disco, "Aproximaciones" y se acercan, a su manera, al sonido americano, folk y country incluidisimo y, en especial a los trabajos de su colega Quique González, del que si se dijera que ha compuesto varias canciones de este "Aviones", nadie dudaría lo más mínimo. Así que Rubén y Leiva, o lo que es lo mismo, Pereza, agarran sus acústicas y sus gorros de paja y ofrecen 17 canciones que alcanzarán su verdadera calidad pasadas varias escuchas.

Comenzar con una canción como "Windsor" es toda una declaración de intenciones. Minimamente accesible, cuenta con una interpretación a la altura de leiva y un trabajo de guitarras excelente. Un nuevo sonido para Pereza al que, a partir de ahi, nos terminaremos acostumbrando. "Violento amor", escogido como single, cumple con su función, melodía claramente contagiosa, y trabajos vocales "made in Pereza" que dan forma a una canción que quizás no sea la que mejor define el espíritu del disco. Turno para una de las mejores canciones firmadas por estos tipos, "Lady Madrid" no pierde el espíritu acústico que rodea el trabajo, pero no es dificil imaginarla con otro sonido más pop. Aún así, uno de los estribillos más redondos de todo el trabajo y un auténtico single, este si, en potencia. Entonces entra en escena Rubén y hay una noticia buena y otra mala. La buena es que "4 y 26" es la mejor canción compuesta por el madrileño de largo, y la mala es que a partir de ahi, el resto de su repertorio está por debajo del listón puesto. Pero es que este tema es muy redondo, con una letra genial y una producción perfecta, lo dicho, lo mejor compuesto hasta ahora por Rubén. Y seguimos con la racha por que entra en escena la mejor canción de todo el disco, "Amelie". Tan preciosa y sensible, tan frágil y emocionante, con un estribillo tan perfecto...y encima con la voz del maestro Andrés Calamaro, "Amelie" no solamente es una de las canciones más brillantes jamás compuesta por Pereza, sino que suena diferente, inolvidable, hipnótica. Country rock al máximo en "Pirata", otra de las grandes canciones de Rubén. Con un estribillo radiante y una interpretación vocal más que aceptable (no es el punto más fuerte del madrileño, todo hay que decirlo), una canción más que notable, con un acompañamiento vocal femenino que engrandece el tema. A continuación vuelve Leiva, con "Leones", otra de las mejores canciones del disco. Con una sensibilidad que aumenta gracias a una sección de viento perfecta, se trata de una canción brillante y sin apenas fisuras en una melodía realmente conseguida. "Backstage" es otra de las canciones firmadas por Rubén, en el disco que más participa con diferencia. Buena melodía y mejor estribillo, con un acompañamiento de armónica genial. Lástima de una letra bastante pobre. Pero hasta eso parece controlado por los madrileños, y es que "Champagne" tiene una de las mejores letras de todo el trabajo, además de una melodía redonda y sensible que alcanza su cima en el estribillo que crece y crece con cada escucha.

Pero si hablamos de singles, no hay duda, "Que parezca un accidente" es la elegida. La canción más sencilla y pop de todo el disco es, también, una de las mejores. Estribillo directo para ser gritado en todos los conciertos. Y continúan con el buen ritmo porque "La chica del Tirso" es otra de esas baladas que valen su peso en oro, especialmente gracias a un estribillo irresistible y una letra genial. "Esta lloviendo" es, con toda seguridad, la canción más sentida de cuantas ofrece Rubén, pero eso no garantiza el éxito. Es cierto que a nivel de interpretación vocal, esos agudos en el estribillo, eran impensables hace un tiempo, pero en general se trata de una canción demasiado fácil, con una melodía resultona y una buena producción, pero eso, a veces, no es todo. Pero a la siguiente va la vencida, y Rubén se resarce con "Voy a comerte", la canción más reconocible del guitarrista, esa que se canta con tono madrileño chulesco, casi amanezador hacia la chica de turno. Con unos teclados irresistibles y una gran interpretación vocal, ahora si, estamos ante un gran tema. Pero aquí que llega Leiva con una de esas canciones que justifican la aparición de un disco. "El día que no pueda más", podría firmarla sin ningún problema el mejor Quique González, pero Leiva la convierte en una canción que suena a Pereza por los cuatro costados, al menos a estos "nuevos" Pereza. Radiante, sensible y con unas cuerdas íntimas y usaves, estamos ante un tema que supone un paso más en la carrera de compositor de Leiva. Y al fin llegan los Rolling, pero no los de "Start me up", "Honky Tonk Woman" o "Satisfaction", no. Es el turno de los Stones más campestres, blueseros de todos, con una canción, "Escupe", que no le importaría cantar al mismísimo Keith Richards, pero que, en cambio, es Rubén, en la que es, con diferencia, su mejor interpretación vocal de todo el disco. Una canción sucia, rabiosa, grande, clásica. Si hay alguna canción que podría sobrar en el disco, esa es el "Señor kiosquero", no porque sea una mala canción, ni porque sea una versión de un grupo argentino. La canción es rockera, contundente, y sirve para disfrutar de los Pereza más argentinos hasta la fecha, sino porque en un disco tan centrado en mostrar una nueva imágen de Pereza quizás no sea lo más acertado. Pero de todos modos, lo dicho, rock del bueno made in Argentina. Y para finalizar, "Llevame al baile", un baladón en toda regla que cumple con el camino marcado a lo largo del disco: acústicas, teclados, coros, voces sentidas, letras de amor. También es, sin duda, la canción más Quique González de todo el trabajo, aún así, un tema más que correcto para cerrar este disco.

Pereza tenían un gran reto por delante, superar su mejor trabajo, "Aproximaciones", un disco sin fisuras, redondo, y sin apenas bajones. No lo han conseguido, de acuerdo, pero es que tampoco parecen haberlo intentado. Simplemente han hecho el disco que a ellos les ha apetecido. Acústico, íntimo, sensible, más de cantautores que de banda rock. Y, en estos tiempos que corren, hacer lo que a uno le da la gana en el negocio musical solo está a la altura de muy pocos. Y hacerlo bien, aún a menos. En fin, que en vez de sudar por las plazas de toros, nos vemos en los teatros, Pereza.

Nota: 8,5

Sidonie - El incendio



Queda feo sacar el disco del verano a finales de agosto. Pero aún peor es sacar el disco de pop del año en plena época estival. Pues Sidonie lo han hecho, sin ningún tipo de problema ni preocupación. Señoras y señores, con todos ustedes, EL DISCO DE POP DE 2009.

Y es que el trio catalán ya habían anticipado este éxito con su anterior trabajo, el excelente "Costa Azul", uno de esos discos que, una vez descubiertos, se convierten en imposibles de olvidar, llenos de canciones redondas, melodías perfectas y coros sublimes. Pero es que "El incendio" tiene todo eso, y mucho más.

Lo que en "Costa Azul" era una colección de canciones geniales, algunas sobresalian por encima de otras ("Nuestro baile del viernes", "Empieza el día en tu jardín" o la increible "Los Olvidados"), mientras que en "El incendio", tenemos 12 singles en potencia, 12 dosis de pop inolvidable que, encima, suena como un conjunto perfecto, complementándose entre ellas con una facilidad al alcance de muy pocos.

Y es que, en el fondo, nos encontramos ante un disco conceptual, que gira y gira una y otra vez sobre el amor, ese sentimiento tan ligado a la música pop. Definitivamente, Sidonie se han liberado de todas las etiquetas de psicodelia, bohemia y demás y han demostrado lo que realmente son, unos románticos que aman la música, los estribillos, las melodías perfectas, los juegos vocales asombrosos.

El disco comienza con "El incendio", tema homónimo que se convierte en la mejor manera posible de empezar el viaje. Arrolladora, excitante y efusiva, desde el comienzo dando en la diana. Tras ella, "La sombra" se destapa como una de las muchas sorpresas que nos esperan. Con unos ritmos más rockeros, con la épica por bandera, Marc, cantante principal de grupo, canta como nunca, mientras que Axel (batería) y Jesús (bajo) dan la suficiente seguridad creando una base instrumental imponente.
Turno para la que se convierte, por derecho propio, en la hermana mayor de "Los Olvidados", o lo que es lo mismo: "Un día más en la vida". En esta ocasión, Sidonie se acercan muy discretamente a la psicodelia, pero terminan rindiéndose al pop más perfecto que son capaces de crear, con una melodía y, sobre todo, un estribillo que son, sencillamente, irresistibles. "Algo nos pasará" es una de esas canciones que van creciendo y creciendo tras la primera escucha, hasta que se convierte en una de las joyas de la corona. Perfecta en sus juegos vocales y con unas sublimes cuerdas, se trata de una muestra de sensibilidad pop muy poco frecuente en la música española. Por supuesto, protagonismo absoluto para un estribillo que termina explotando ante nosotros sin piedad: piel de gallina. Si "Algo nos pasará" era dulce, "Por ti" es, sencillamente, la canción más romántica que estos chicos han sido capaces de crear en su carrera. Parece imposible quedarse con una canción de este disco como favorita, pero es que "Por ti" se convierte en un himno absoluto, una de esas demostraciones de que, en apenas 3 minutos y medio, se pueden comprimir un montón de sensaciones y sentimientos capaces de sentirse propios sin dificultad alguna.Imposible no emocionarse con eso de: "y es que me salen rosas de la boca, cuando me preguntan por ti, y las calles se vuelven playas si tu las andas, todo es por ti". Inolvidable. Y para cerrar la impresionante primera parte del disco, llega "Viva el loco que inventó el amor". La canción más rockera del álbum es la que mejor encajaría en su anterior disco y a la vez, el tema que menos se espera de un grupo como Sidonie. Estribillo apasionado ("que bonito es, esto del amor, que nos rompe y nos parte en dos), "Viva el loco que inventó el amor" se convierte en una de esas canciones que tiene toda la pinta de crecer y crecer en directo. Brillante.


Tiempo para la segunda parte que se abre de la mejor manera posible. Hasta hace poco parecía imposible que un grupo español fuera capaz de componer una canción como "A la vera del mar". Y es que es tal su calidad, sus influencias (especialmente del "Forever Changes" de Love)y su capacidad melódica que uno no puede más que levantarse y aplaudir. Una impresionante sección de viento da comienzo a uno de los mejores temas que Sidonie ha compuesto en su carrera. Y de nuevo toca preparar alabanzas ante un tema. En esta ocasión se trata de "Al viento", la auténtica balada del disco. Con una interpretación vocal preciosa y sentida por parte de Jesús, y con un trabajo instrumental perfecto (atención al hammond del comienzo y a la batería de la parte final), estamos ante una canción que emociona desde la sinceridad y el romanticismo más puro. Turno entonces para el pop más clásico, ese que deja claro que la fórmula más sencilla (y ahí es donde reside la grandeza de canciones así) de estrofa, estrofa, estribillo, estrofa, estrofa, middle eight y estribillo. Pues bien, siguiendo esa fórmula, "Fue sin querer" se corona como la gran canción tapada del disco. A priori puede parecer la más floja, pero sus guitarras a lo Byrds, su estribillo contagioso (te descubrirás tarareándolo sin darte cuenta) y, sobre todo, su climax final con uno de esos juegos vocales que parecen ya una marca registrada de Sidonie, la convierten en uno de los grandes temas (¿acaso alguno no lo es?) del disco. Y tras ella, "Nueva york", la canción más "americana" de todo el trabajo es también una de las mejores. Pocas veces una canción con algo tan sencillo como "Te lo pido por favor, un día más en Nueva York" ha conseguido tal grado de efectismo. Imposible no rendirse ante una melodía redonda, una interpretación vocal perfecta y una declaración de amor tan sencilla a la ciudad de los rascacielos ("Dicen que aquí los versos dejan cicatriz...). Redonda. Y si la sencillez es la manera más fácil de llegar a lo más especial, "En mi garganta" es el ejemplo perfecto. Aparentemente interpretada casi en directo, se trata de la canción definitiva para la liberación de Sidonie, que por fin, gritan sin miedo alguno eso tan complicado de escuchar: "Te quiero". Y lo dicen con una pasión, sinceridad y entusiasmo que es imposible no emocionarse y gritarlo con ellos. Uno de los mejores temas del disco, sin ningún género de dudas, y quizás, la canción que mejor define el espíritu de "El incendio". Y llegamos al final con una de esas canciones que parecen fáciles de hacer, pero que realmente son las más complicadas. Esas que en apenas 3 minutos hacen un repaso de todas las canciones, letras, personajes y demás aparecidos hasta entonces en el disco. Se trata de "El adiós", pero cuando uno está en racha, y Sidonie está en la mejor de su carrera, todo sale, y en este caso, vaya si lo hace. Perfecta, emocionante, sencilla y redonda, se trata de una manera de cerrar el disco que parece inmejorable.

Sidonie nos habla de besos, dudas, pasión, fuego, tristeza, imaginación, despedidas, flores, mares, rosas, miedos, alegrías...Sidonie nos ha dado una lección de pop que no es, ni más ni menos, que un canto a la libertad para hablar de amor. El mejor disco español del año ( a no ser que a Bunbury o Sabina les de por sorprender) es una obra maestra de pop, si, pero por encima de todo, y me temo que así le gustaría al trio catalán, es un canto al amor. Pues !que vivan los locos que (re)inventaron el amor!

Nota: 10

sábado, 1 de agosto de 2009

Up - Así que esto es el cine...



Siempre es una sensación extraña la que se siente mientras se ve una obra maestra. De repente se deja de pensar, de analizar, de intentar descubrir, y uno, simplemente, se deja llevar. Dejas de pensar en la nota que le pondrás, en la crítica que harás, en las recomendaciones,en tus problemas, en el trabajo, etc. Olvidas todo eso y te dejas llevar a un momento concreto (sesión de las diez de la noche), en un mundo único (el mundo de Carl y Russel)y tus sensaciones inundan todos los rincones donde deben esconderse tus palabras.

Por eso es tan dificil hablar de "Up". Por que nunca es fácil describir un clásico, un trozo de vida tan emocionante como el que supone esta obra de arte de apenas 90 minutos donde todo lo que se respira, y contagia, es humildad, sinceridad, calidad y mucha, mucha, emoción. Por que "Up" es una película emocionante, quizás la película de animación más emocionante jamás realizada, por la simple y clara razón de que se habla de lo cotidiano, que se ensalza la felicidad de la rutina, la capacidad de soñar y hacer realidad cualquier meta desde la humildad.

Como muestra clave de todo lo que estoy diciendo tenemos la imágen de la casa de Carl meciéndose entre los rascacielos ante las atónitas y fascinadas miradas de los ciudadanos, y de toda la sala de cine que lo contamplamos. O la sorpresa que le espera a Carl y que le hace activar su "aventura". Pero en especial está el flashback de cuatro minutos que condensan la relación entre Carl y su esposa Ellie. Intentar describir su calidad artística, su poder emocional, su destreza para unir lo poético con lo cotidiano, la capacidad de cautivar sin una sola palabra, como si del mejor cine mudo se tratara, es algo que se antoja imposible. Y es que únicamente se puede comprobar viéndolo, comprobando como una sala llena, padres, abuelos, niños, etc., contienen la respiración cuando finaliza esa historia de amor,cariño y sueños rotos que no llega a cinco minutos, dejando en completo silencio un cine rendido ante una de las muestras de cine más inolvidables que se recuerdan. Son cuatro minutos, si, pero merece la pena pagar la entrada por verlos, seguir creyendo que el cine aún tiene esa capacidad de ser mágico.

Los padres reflexionan, los niños rien, y todos nos emocionamos y disfrutamos con la última obra maestra de Pixar(y van...). Si el año pasado era un robot llamado Wall E quien nos regalaba la mejor película del 2008, este 2009 parece que anda por el mismo camino. "Up " es tan buena como dicen, tan universal que tiene la capacidad de hacerte sentir que ese pedazo de vida es solo tuyo. "Up" me hace olvidar las últimas películas que he visto (la sobresaliente "Pagafantas", la genial "Bruno" y la notable sexta entrega de "Harry Potter"), me hace reir, me hace llorar, me regala felicidad a raudales y me hace pensar que todos esos niños, y no tan niños, que nos preguntamos a veces que es realmente eso llamado cine, hemos encontrado la respuesto. Así que esto es el cine...Pues si, y del mejor. Una vez más, gracias Pixar.

Nota: 10

Lo mejor: todo, aunque en especial esos mágicos cuatro minutos.

Lo peor: que se acaba.

sábado, 4 de julio de 2009

Concierto M Clan - Rock con M de Murcia




Noche de rock, sí, pero también de soul, funky, pop y hasta revisión de clásicos ochenteros. Noche redonda en La Torre Golf Resort, un muy buen lugar con un público entregado en el que el grupo murciano M Clan ofreció un concierto completo, enérgico, apabullante en cuanto a sonido, interpretación y, por encima de todo, canciones.

Y es que M Clan es un grupo que tras muchísimos años en esto de la música tiene la posibilidad de ofrecer un repertorio completo en géneros y fuerza. El conjunto murciano se centró principalmente en las canciones de su último trabajo "Memorias de un espantapájaros", no solo su mejor disco, sino una de las cimas del rock español en los últimos años, un trabajo lleno de matices, melancolía y sabiduría melódica, una obra maestra de la que se pudieron escuchar casi todas sus canciones. Así el concierto comenzó con la genial "El viaje", y a lo largo de la noche se pudo escuchar las maravillosas "Espantapájaros", "Pasos de equilibrista", la rockera "Amor universal", la apabullante "Las calles están ardiendo" y las absolutamente conmovedoras "Roto por dentro" y la que, posiblemente, sea la canción más completa del grupo murciano, "Inmigrante".

También hubo un recuerdo para su primer disco, el rockero "Un buen momento" del que se pudo escuchar la genial "Perdido en la ciudad". De su primer disco de gran éxito, "Usar y tirar", los murcianos han echado mano a la infalible canción de mismo título que el disco, pero también su gran clásico, "Llamando a la tierra", la trepidante "Quédate a dormir", con recuerdo a Michael Jackson incluido y la canción de cierra, "Chilaba y cachimba".

Pasando por alto su disco menos conseguido, "Defectos personales", si que se han podido disfrutar los grandes clásicos de "Sin enchufe", el que era su mejor tabajo hasta la publicación de "Memorias de un espantapájaros". La coreada "Carolina" y la espectacular versión de Rod Stewart, "Maggie despierta".
Pero no solo de versiones occidental vive el clan del murciélago, y es por eso que el conjunto ha regalado una versión grandiosa del clásico de Miguel Ríos, "Santa Lucía" en el que ha sido uno de los momentos álgidos de la noche.

Por último, el disco más beatle del grupo, "Sopa fría" ha contado con la representación de la notable "Filosofía barata", la mccartniana "Mario", el himno "Hasta la vista Rock and Roll" y, sobre todo, uno de los momentos más emocionantes de la noche de la mano de una de las grandes baladas de M Clan, "Miedo".

Sobra decir que la banda suena rotunda, como una apisonadora perfecta de géneros musicales, especialmente en sus momentos más rockeros, pero capaz de adaptarse sin problemas a cualquier tipo de cancion. Carlos Tarque, por su parte, sigue demostrando que es, con mucha probabilidad, la mejor voz de rock que tenemos en España.

Ellos lo tienen claro, contra la crisis: rock and roll. Yo lo tengo claro, contra los problemas varios: la buena música. Y M Clan es una fábrica de ella. Como ellos mismo dirían: hey, hasta la vista amigo dios, que todo nos vaya bien. Que así sea.

Ice Age 3. El orígen de los dinosaurios - ¿Genialidad? Aquí no, preguntar por Pixar




Que buena era "Jurassic Park". Ese fue el primer pensamiento que tuve tras ver este sencillo y humilde entretenimiento familiar que sirve, ni más ni menos, que para llenar salas de niños, jóvenes y mayores, gracias a una trilogía que cuenta con unas armas que, al menos yo, sigo sin descubrir.

Con una fórmula que se gasto en el mismo momento en el que aparecían los títulos de crédito finales de la primera entrega, "Ice Age 3" tiene poco más que ofrecer que un sano buen rato que se agradece pero que, para nada, cala en el espectador. Y esto no sería negativo si fuera porque existe una factoría llamada Pixar que, en este mismo género, nos ha ofrecido en los dos últimos años dos obras maestras del tamaño de "Ratatouille" y, sobre todo, "Wall E", la mejor película del año pasado, un clásico que sienta las bases sobre como debe ser el cine de animación del presente y el futuro. Y, si encima, antes de la proyección te colocan dos trailers, uno del próximo estreno Pixar, "Up", y otro que significa el regreso de la que, seguro, será la trilogía cumbre del cine animación, "Toy Story 3", pues estos animalitos helados te dejan con un insuficiente buen sabor de boca.

Esto no quiere decir, en ningún caso, que estemos ante una mala película. De hecho es una más que honrosa tercera parte que supera a su aceptable predecesora, pero que se queda a años luz de la primera, fresca y original, primera entrega. Aún así se las apañan para ofrecer dos factores hilarantes, el primero de ellos, una antológica escena con el helio como protagonista, y segundo una comadreja tuerta llamada Buck y que eclipsa a cualquiera de los personajes protagonistas.

También hay que destacar las referencias que hace la película a clásicos como la ya mencionada "Jurassic Park" en cada una de las escenas protagonizadas por los dinosaurios, ataques de T- Rex y Velociraptores incluidos, y el clímax final, sacado directamente de "El señor de los anillos", con mares de lava incluidos.

Si lo que buscáis es pasar un buen rato, soltar un par de carcajadas y olvidaros de todo durante una hora y media, esta es vuestra película. Si, en cambio, queréis ver una obra maestra, conseguir cualquier película de Pixar. ¿Simple entretenimiento? Aquí. ¿Genialidad? Preguntar por Pixar. Nos vemos el 30 de julio cuando se estrene "Up".

Nota: 7

Lo mejor: Buck. El helio. Sus últimos y trepidantes 20 minutos finales.

Lo peor: lo agotado de la fórmula, la falta de sorpresa.

Transformers 2: La Venganza de los Caídos - Made in Bay




De acuerdo, 150 minutos son muchos minutos para una película de este tipo. Tampoco ayuda demasiado que la premisa argumental sea muchísimo más floja que la de la primera parte y que, a pesar de sumar reparto, los personajes sean lo menos trascendente de la película. Pero, querido amigo, esto no resta ni un solo ápice de entretenimiento al que es, de momento, el blockbuster veraniego más épico, hinchado y, como diría su creador Michael Bay, "megaultraespectacular" estrenado hasta la fecha.

Todo es más que grande en esta nueva entrega de la guerra entre robots; los mencionados protagonistas, las escenas de acción, las explosiones, las persecuiones...Michael Bay ha dirigido la que, a pesar de todo, puede ser su película más personal, entendiendo la firma Bay como la de un AUTOR con sellas de identidad que permiten identificar el producto con su creador. Las escenas a cámara lenta, la espectacularidad que se le atribuye a cada uno de los momentos, sea cual sea, las explosiones a toda velocidad, el enérgico y trepidante manejo de cámara, relacionado directamente con el videoclip, y un sentido del humor añejo y, que en esta segunda parte, dota a la película de una imágen más infantil de lo que debiera.
Una serie de elementos que deberían hacer alcanzar, de una vez, el término autor a un director denostado y amado a partes iguales.

Por si alguien se pregunta por el reparto, es muy sencillo de explicar: Shia Lebouf cae tan simpático como siempre, aunque parece ya estancado en este tipo de personajes, Megan Fox no sé muy bien como actúa, y lo peor, poco me interesa más que ser testigo de sus espectaculares curvas, que es lo único que destacan de ella y, de nuevo, John Turturro vuelve a ser lo mejor de la función (en cuanto a personajes de carne y hueso se refiere).

Michael Bay sigue así sumando películas redondas en cuanto a consecución de metas se refiere, es decir: entretener, entretener y entretener. Los fans de este director, entre los que me incluyo, no se sentirán defraudados ya que Bay pone, más que nunca, toda la carne en el asador, pero, a pesar de ser este su factor más favorable, también se convierte en el peor de ellos, y es que la acumulación de acción puede empachar. Los que odien a Bay...seguramente ni se acercarán al cine.

De acuerdo, está medio escalón por debajo de su antecesora, redonda en todos sus aspectos. Puede que le sobren momentos (toda la parte de la Universidad se podría haber ahorrado). Quizás el humor no es el más acertado. Pero que venga otra película este verano y entretenga más. Cine de palomitas. Cine de verano. Cine con sello. Cine Made in Bay.

Nota: 8,5

Lo mejor: la manera de entender el entretenimiento de Michael Bay. Megan Fox.

Lo peor: la historia, pero para ser realistas, ¿a quién le importa?


domingo, 28 de junio de 2009

Michael Jackson 1958 - 2009



Y va el genio y se muere. La leyenda decide hacer, justo ahora, su única cosa humana hasta la fecha, y cuando me refiero a esto no hablo solo de las extravagancias de todo genio, sino lo anormal de un hombre capaz de parir cuatro discos de la altura de "Off the wall", "Thriller", "Bad" y "Dangeorus". Un hombre de bailar como SOLO bailaba el, de cantar como solo lo hacia el, de entender la música como solo lo hacía el. Y si, en los últimos años era una especie de zombie, de extraterrestre, pero es que resulta que artísticamente lo llevaba siendo desde los cinco años con los imprescindibles Jackson 5.

Y va el rey y se muere. Una muerte a la altura de su ego, de su talento, una muerte que este enamorado, fanático de la música (y beatlemaniaco) que escribe sitúa desde ya a la altura de la perdida de Elvis o Lennon. Y en cierta parte me siento orgulloso, honrado de poder haber disfrutado de la carrera de este tipo, de sus canciones, de poder decir en el futuro: yo "conocí" a Michael Jackson.

Y va el pop y se muere. Pero nos quedamos con "Billie Jean", "Thriller", "Beat it", "Heal the world", "Will you be there", "I want you back", "I,ll be there", "Ben", "Bad", "Liberian girl", "The way you make me feel", "Wanna be startin something", "Black or white", "The girl is mine"....no se si quien lee esta entrada es fan de esta leyenda en vida, de mito eterno tras su muerte, pero, por si se lo pregunta: SI, todo lo que está escuchando está a la altura artística de este hombre.

Y se hablará de sus locuras, de su vida personal, de sus juicios, de sus excentricidades, pero, un consejo, cerrar los ojos y abrir los oídos, dejar de ver y empezar a escuchar.

El jueves por la noche murió, y yo lloré, llame a Gonzalo, el fan más fan que conozco y ambos estuvimos hasta las 4 y pico viendo informativos, escuchando canciones, viendo vídeos, llorando. Y no te sentías solo, sentías que el mundo lloraba contigo.

Y va el ARTISTA y se muere, y nos toca recordar, escuchar, sentir, llorar, homenajear a una figura que hizo algo que nadie había hecho antes, con elementos que ya existían; que hizo algo que aún nadie ha sabido repetir, que ofreció al mundo un espectáculo que merece la pena ser recordado.

Muere Michael Jackson, resucita el mito que nunca murió, nace la leyenda.