domingo, 13 de marzo de 2011

"Rango" - El bueno, el feo y el camaleón



Un camaleón vestido como Clint Eastwood en los gloriosos tiempos del "spaghetti western" es, cuanto menos, desconcertante. Una tortuga como alcalde de un pueblo del salvaje oeste en medio del desierto puede sonar, como poco, infantil. Pero hablamos de "Rango", una película donde los bourdeles están repletos de ranas, los caballos son polluelos y las historias las cuentan búhos mariachis. Y no es un sueño pasado de rosca de un guionista con traumas infantiles, ni una locura por parte de un director made in blockbuster, en este caso Gore Verbinski, archiconocido por su saga de "Piratas del Caribe" de la cual, en una decisión arriesgada pero comprensible, se ha bajado en su futura (¿y necesaria?) cuarta entrega, sino una atípica y extravagante cinta de animación.


Pocas películas de este género, comandado sin ningún tipo de competencia por los magos de Pixar, gozan de una libertad y frescura tan impactante como la de "Rango". Sus primeros 20 minutos pasan de la extravagancia a la genialidad sin apenas esfuerzo, mezclando la originalidad con la locura, en un tramo de cine redondo en el cual, como principal consecuencia, se puede perder a un público infantil al que, por desgracia, se intenta recuperar en un tramo central con un ritmo demasiado irregular, como si Verbinski no fuera capaz de decantarse hacia un lado u otro, hacia el cine infantil o al adulto.


En cualquier caso, es innegable la valentía de "Rango", sus maravillosos paisajes, los brillantes homenajes a los estereotipos del cine del Oeste de toda la vida, ejemplificados a la perfección en la apabullante escena del salón a la que, además, hay que sumar la persecución por los acantilados, una de las escenas de acción más trepidantes y geniales que ha dado el cine de animación en años. Si a todo esto le sumamos algunos pasajes donde la melancolía de su mensaje y la belleza de sus imágenes se dan la mano para crear instantes de cine de primera calidad, tenemos en "Rango" una pequeña joya llena de frescura, imaginación y buen hacer. No es una obra maestra pero bueno, para eso está Pixar,¿no?.

1 comentario:

MRGuasch dijo...

Me gustó mucho tu crítica. Hiciste que fuera al cine a verla. Mi (contra)crítica la puedes ver en mi blog. Un saludo! Y felicidades por tu blog. Te leeo :)