domingo, 27 de marzo de 2011

Manel - 10 milles per veure una bona armadura




Lo mejor de todo esto es que, a veces, le pasa a los buenos. Al final de algunas películas ganan, derrotan al villano y se quedan con la chica o, en este caso, ofrecen un debut inolvidable, con su segundo disco cumplen con las expectativas y, de paso, alcanzan el número 1 en la lista de ventas de nuestro país y se convierten en fenómeno social. Manel, grupo que, como mero detalle informativo, escriben y cantan canciones en catalán, parecen los primeros sorprendidos con esta situación pero, escuchando "10 milles per veure una bona armadura", parecía cuestión de tiempo. Una colección de canciones tan soberbias no podían, ni debían, quedarse en tierra de nadie. Si no solamente ha pasado eso, sino que, además, el público y la crítica los han saludados como "banda revelación" pues, oye, mejor para todos, ¿no?.


Es difícil analizar un disco tan rico en matices, con una producción tan impecable y repleto de tantos pequeños, grandes, hallazgos musicales. Porque, al final, lo que prevalece y queda en la memoria, son diez temas que pueden turnarse, sin problema alguno, el turno de "Canción favorita del disco". Y es que, empezar con "Benvolguts" es toda una declaración de intenciones. Como un, melódico y líricamente maravilloso, golpe en la mesa, Manel inicia un viaje hacia un sonido que, a base de naturalidad y genio, ya se siente y escucha como marca de la casa. "La canço del soldadet", emociona, "El gran salt" hipnotiza, "La bola de cristall", enternece, "Flor groga" conmueve, "El Miquel i l'Olga tornen" contagia buen humor y, el himno final, "Deixa-la, Toni, deixa-la", divierte por su letra y abruma por su música. Por si esto no fuera suficiente, Manel se permite el lujo de regalar tres canciones que van un paso más allá, ese que separa la obra maestra del clásico y brinda tres monumentos disfrazados de canción. Por un lado, "Boomerang", marcada por una melodía magistral, por otro, "Criticarem les noves modes de pentinats", una maravilla llena de épica y emoción y, finalmente, "Aniversari". ¿Qué decir de esta última? Pues que no solamente es, con toda probabilidad, la mejor canción que haya firmado el grupo, sino que nace como obra de arte, como tributo a la música como vehículo para emocionar, como apabullante demostración de grandeza de un grupo que llega al corazón a través de la sencillez, lo cual añade más mérito si cabe a su hazaña.

"10 milles per veure una bona armadura" ha conseguido tres cosas. Primero, situar a Manel donde se merecen, es decir, a la altura de las grandes bandas de este país, musicalmente hablando, es decir, ventas de entradas y discos, aparte. Segundo, volver a situar a las canciones como auténticas protagonistas del éxito en estos tiempos donde la imagen y los escándalos parecen ser el objetivo primordial de muchos artistas como atajo para llegar al Olimpo de la fama. Y tercero, convertirse en uno de esos discos que sabes que te acompañaran durante mucho tiempo donde quiera que vayas, como un boomerang que vuelve, sin encallarse entre las ramas. Y, encima, han ganado los buenos. Final feliz.

1 comentario:

Polasco dijo...

Ciertamente el disco es brutal, para mi gusto han superado a su debut, y de paso se han vacunado contra el encasillamiento. Es un gran momento, enhorabuena Manel!!!