sábado, 10 de noviembre de 2007

Rufus Wainwright




La mejor experiencia musical de mi vida. Uno de los momentos más emocionantes que esta persona ha vivido. Una de esas cosas que se saben inolvidables mientras están ocurriendo. Estas son algunas de las definiciones que se pueden aceptar como válidas para, intentar, explicar lo que fue el concierto más maravilloso, redondo, conseguido, apasionado, fascinante y absolutamente emocional que he visto. Rufus Wainwright en el Teatro Circo de Cartagena. Nadie sabe aún como consiguieron traerlo, como un genio de su talla se acercaba a esta pequeña ciudad de la Región, pero eso es lo de menos, lo importante es que estaba aquí y que nos ofreció algo que no olvidaremos nunca. Con una puntualidad ejemplar (21:30 en punto) aparecieron en escena los 6 miembros de la banda más impresionante que uno se puede encontrar. Perfectos en unos coros celestiales, sublimes, y con una capacidad instrumental apabullante, la banda que acompaña a Rufus se complementa y entiende su música, se adapta a un estilo único, demuestran su excelencia, y ponen toda su capacidad al servicio del genio americano.





Y que genio...comenzando con una increible "Release the stars" a la que siguió la maravillosa "Going to a town", un clásico, Rufus fue desgranando, principalmente, los temas de su último trabajo, el homónimo "Release the stars", el mejor disco de su carrera tras esa obra maestra absoluta que es "Want one". Tras ofrecer unas sublimes "Rules and regulations" y "Sansoucci", ´Wainwright avisó al público, al cual no dejó de hablar durante todo el show de manera cercana, sincera y especial, de que la siguiente parte del espectáculo estaría centrada en sus trabajos anteriores, y comenzó con uno de los temas de su primer trabajo, la excepcional "Danny Boy" a la que siguió el mejor tema del primer set, una melancólica y cautivadora versión, Rufus ayudado únicamente de su piano y su voz,de esa obra maestra que es "Cigarettes and chocolate and milk" del exquisito "Poses". Inmediatamente después una "The art teacher" que nos dejó a todos hipnotizados ponía punto y final a una parte del concierto más que memorable. Rufus señaló entonces que tocarían una canción más y se tomarían un pequeño descanso, la canción elegida fue una brillante "Between my legs" cantada con la ayuda de una espectadora que subió al escenario para ayudar al genio. De esta manera simpática terminaba la primera y fascinante primera parte del concierto.





Nadie ni nada nos podrían haber avisado de lo que estabamos a punto de ver, de escuchar, de sentir, en el segundo segmento del show. Redondo, sublime, maravilloso,etc., varios son los adjetivos que se pueden conceder a 2 horas de pura música, de genialidad desbordante. Comenzando con una absolutamente magistral "The consort", Rufus ofreció todo lo que puede ofrecer, que es tanto, tanto, que intentar explicarlo con palabras es algo difícil, casi imposible. Con un constante nudo en la garganta, con los pelos de punta durante cada una de las canciones y con los ojos iluminados siguió servidor esta parte del show. A través de el se fueron sucediendo obras maestras como "Not ready to love", "Leaving for Paris" o "Tiegarten".Pero dentro de un concierto que fue totalmente inolvidable, hubo ocasiones que merecen una mención especial, como por ejemplo la ocasión en la que Rufus invitó a su madre a tocar cuatro temas, entre los que destacan una maravillosa "Barcelona" y, sobre todo, una inolvidable versión del "Somewhere over the rainbow" de Judy Garland. O uno de los momentos más mágicos que he vivido en mi vida, la interpretación de Rufus y su banda, totalmente a capella de una tradicional canción irlandesa llamada "Mocushla", sin palabras. También merecen un lugar destacado en esta crónica la apabullante versión de "Do i dissapoint you", de las más aplaudidas, la increible "Beautiful child", acompañada de palmas "españolas", como pidió el mismo Rufus, la sublime "Slideshow" que dejó a todo el mundo con la boca abierta, o la canción con la que cerró el segundo tramo del concierto, la obra maestra "14th street" en la cual se presentaron cada uno de los miembros de la banda con un solo de cada uno de sus instrumentos en lo que fue una de las demostraciones de virtuosismo más grande que se pueden ver en la actualidad. Nuevo punto y seguido.

Ya solo quedaba la tercera y última parte del concierto, en la cual Rufus apareció vestido con un impecable albornoz blanco con el cual se sentó en el piano para ofrecer una increible versión de la maravillosa "I don,t know what it is", a la que siguió una íntima y mágica "Poses" (cuando Rufus se queda a solas con el piano el silencio y el sentimiento que recorre cada uno de los rincones del teatro es, sencillamente, único). Y para el final, el gran final, el genio americano se sentó frente a la primera fila, en un pequeño taburete, fue secándose las orejas y colocándose en cada una de ellas unos espectaculares pendientes de diamantes, después se pintó los labios de un color rojo pasión y ,por último, se colocó unos zapatos de tacón imposibles con los cuales se dirigió al fondo del escenario.
Lo que ocurrió después solo se puede explicar estando allí, viéndolo. Todos los componentes de la banda aparecieron vestidos de traje, mientras Rufus se quitaba su albornoz y mostraba un..espectacular vestido corto negro, salido directamente del armario de su amada Judy Garland. Él y su banda ofrecieron entonces un inolvidable número musical, "Get happy", en el cual se sucedieron pasos de baile imposibles y gestos delirantes que hicieron que el teatro entero se pusiera en pie. Con el público totalmente entregado, en éxtasis permanente, Rufus concluyó su show con una brillante "Gay messiah", maravilloso punto y final a un espectáculo indescriptible.





3 horas de concierto. 3 horas con la mejor voz del mundo (en directo es algo apabullante). 3 horas de genialidad. Servidor nunca ha estado tan cerca de un genio. Nunca ha vivido algo así.Todo lo que escriba será en vano, porque un concierto de Rufus Wainwright es algo que hay que ver, que hay que disfrutar, que hay que sentir. Unas 13 horas después de que los aplausos dieran por concluido el concierto, no he podido olvidar su voz, no he podido dejar de sentir algo especial, una sensación permanente de saber que he vivido algo que nunca olvidaré. El genio pisó Cartagena. Enamoró a un Teatro Circo lleno. Fascinó a todo un público entregado. Emocionó hasta un punto extremo. Nos hizo olvidar problemas, dudas, amores, desamores, situaciones...Hizo desaparecer todo dejándonos con la mejor de las compañías: su voz, su presencia, sus canciones, sus palabras, su sinceridad, su humildad, su extravagancia, su exageración, su pura y dura genialidad. Rufus Wainwright ofreció el que será el concierto más especial de mi vida. Puede que vaya a mejores, pero no más emocionantes, más especiales. Fue algo único e irrepetible. Que concierto...cuando alguien demuestra estar más allá, mucho más allá de las palabras, de la alabanza...en el punto justo de la emoción...GENIO con mayúsculas....Rufus Wainwright.





El GENIO y yo




"Beautiful child" interpretada en el Teatro Circo de Cartagena, un ejemplo de lo espectacular que fue todo.



La increible "Cigarettes and chocolate milk"






"Somewhere over the rainbow"...no más palabras


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Esa obra maestra llamada "Going to a town"




"Gay Messiah", el tema con el que se despidió




"Mocushla". Capella. Como dijo la persona que me acompañaba: "esto es música".




La maravillosa "14 th street"





Rufus y la banda que le acompañó en el Teatro Crico. Canción con la que comenzó el concierto, "Release the stars"

4 comentarios:

Unknown dijo...

Muy muy bien.
Pronto te veo en el RockDeLux o en el renacido Ruta66.
:-)

JoRGe dijo...

Rufus, ese gran desconocido con su grandísima voz. Tuve la suerte, contigo y con Gonzalo de fotografiarme con él. Me hubiese gustado mucho poder ir al concierto pero desgraciadamente no pude asistir. Sé que hubiese sido una experiencia emocionante. Animo a todo el mundo que escuche su música y disfrute con cada nota, merece muchísimo la pena. Es, como dice Alberto, un GENIO, y como digo yo, LA VOZ.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Jamás he visto tanta pasión para describir un concierto, amigo, yo tb estuve allí, y me has hecho rememorar cada uno de esos inolvidables momentos, Rufus es pura magia! Besos, Vane.

taxman dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.