sábado, 16 de febrero de 2008

"Sweeney Todd" - Afilando el genio





Tim Burton ha vuelto. Simplemente eso es una maravillosa noticia. Pero si a esto le añadimos que ha regresado con Johnny Deep, a un Londres tétrico y oscuro, y con una historia llena de personajes excéntricos y llenos de venganza, entonces tenemos una de las mejores noticias que puede recibir el mundo cinematográfico.

Adaptando un musical de Broadway, Burton nos ofrece su visión de la historia de Benjamin Barker, un barbero al que un juez, Turpin, le arrebata a su mujer por la sencilla razón de que está enamorado de ella, lo que trae otra consecuencia, que se quede también con su hija. Barker es desterrado de Londres, hasta que, tras un tiempo, regresa convertido en Sweeney Todd, un personaje lleno de rabia y odio, en busca de vengarse del juez Turpin y de todo aquel que se le ponga por delante, utilizando para ello sus cuchillas de afeitar...


Antes de nada hay que decir que Burton ya se había enfrentado al género musical en dos de sus mejores trabajos, "Pesadilla antes de Navidad" y "La novia cadáver", pero,sin embargo, esta "Sweeney Todd" suponía un desafío para el director ya que en esas dos películas los protagonistas eran marionetas, no personas de carne y hueso como en esta ocasión.
El resultado de este reto: una nueva obra maestra para añadir a la lista de Tim Burton.


Nada falla, nada falta, nada molesta. Todo apabulla, todo apasiona, todo deslumbra,en este ejercicio visual y dramático de belleza contagiosa, llamado "Sweeney Todd".
Como siempre, lo primero que hay que decir, es que la ambientación del film (ese Londres lleno de negros y grises, de nieblas, de personajes inquietantes) es, sencillamente magistral, ayudado por la increible fotografía de Dariusz Wolski y una dirección artística excelente.
Pero no hay que olvidar al gran artifice de que todo esto funcione a la perfección, que no es otro que Tim Burton.
En estos últimos años más de uno ha acusado a Burton de repetir esquemas, personajes y tics visuales, confundiendo lo que es un estilo único con una mera ambientación, y es que, pese a quien pese, nos encontramos ante un director que está ya en la historia del cine, y no solo por su tan nombrado "Universo Burton", sino porque ha sabido utilizar ese maravilloso mundo para firmar obras maestras de la talla de "Eduardo Manostijeras", su cima, "Ed Wood", "Beetlejuice", o joyas como "Sleepy Hollow" o las dos entregas de Batman.
"Sweeney Todd" viene a callar a todos aquellos que decían que Burton había perdido el rumbo (solo un fallo en toda su carrera, llamado "El planeta de los simios"), y no nos devuelve, como se ha dicho, al mejor Burton, sino al Burton de siempre, a ese genio único que nos ofreció en sus tres últimos estrenos, tres obras de arte de la talla de "Big Fish", "La novia cadáver" y "Charlie y la fábrica de chocolate". Lo que si que ocurre es que vuelve con su primer y auténtico drama, y es que aquí no existen buenos sentimientos, sonrisas ni sueños reales, lo que ofrece "Sweeney Todd" es oscuridad, rabia, tragedia, odio y mucha, mucha sangre.
Todo esto servido en bandeja de plata por un Burton que muy pocas veces ha dirigido mejor y que demuestra una versatilidad desconocida hasta hoy para manejar con pulso maestro el ritmo de un musical en toda regla.


En cuanto a los intérpretes, todo lo que se puede decir es que están perfectos.
Comenzando por la sorpresa de la cinta, Helena Bonham - Carter, Señora Burton, quien a parte de demostrar su notable capacidad como cantante, ofrece una interpretación desenfadada y llena de frescura, con el único personaje que parece sentir ternura y amor por algunas personas.
Por su parte, Alan Rickman llena, como de costumbre, la pantalla con su presencia, consiguiendo que, con muy poco, consigamos odiar a su juez Turpin.
A estos hay que sumarles a los estupendos Timothy Spall, como siervo de Turpin, Sacha Baron Cohen, como el hilarante Pirelli,y, sobre todo, el jóven Edward Sanders que ofrece una excelente interpretación como Toby, un niño que acaba tomando una importancia clave en la trama del film.
Pero de nuevo hay que pararse ante ese incomesurable actor llamado Johnny Deep.
Comiéndose, como es de costumbre, a cada uno de los compañeros/as de rodaje con los que comparte escenas, Deep ofrece una de las mejores actuaciones de su carrera, solamente superada por su primer trabajo con Burton, la ya mencionada "Eduardo Manostijeras". Como si de una versión maligna de ese personaje se tratase, donde en Eduardo había ternura, en Todd hay oido, donde había amor, hay venganza, donde hay nieve cayendo sobre las personas, hay sangre. Deep controla a su personaje como los grandes, y es capaz de transmitir los sentimientos de su barbero ya sea cantando (de manera sorprendentemente buena, por cierto), como cortando cuellos o con una simple mirada. Una interpretación sublime y, con diferencia aplastante, uno de los mejores personajes que le ha regalado Burton.


Injustamente olvidada en las nominaciones de los Oscar ("sólo" opta a tres, Mejor dirección artística, Mejor Vestuario y Mejor Actor Principal), si alguien es capaz de ver en todo el metraje de "Michael Clayton" o "Juno" una pizca de mejor cine que, por ejemplo, en la escena de un desesperado Todd invitando a todo aquel que quiera a su barbería, mientras canta por su venganza entre los habitantes de Londres,por favor que me avise.
"Sweeney Todd" es una obra de arte, una maravilla digna de entrar, sobrada, en la lista de las mejores películas del año, una obra maestra que desde sus fascinantes créditos de inicio hasta uno de los planos finales más chocantes, melancólicos y, sobre todo, extremadamente hermosos que servidor ha visto en una sala de cine en años, nos vuelve a demostrar a todos que Burton ha vuelto a afilar su genio para ofrecernos una nueva muestra de cine inolvidable.
Quedan todos invitados a la barbería de Sweeney Todd, que no es otra que la de Tim Burton. Os aseguro que merece la pena.


Nota: 10

Taxman


4 comentarios:

Jesús Garrido dijo...

Me aburren los musicales, al menos la mayoría de ellos. Creo que es una película en la que sobra eso, el musical, y que podía haber sido una peli de un barbero asesino que no canta mientras mata.
En fin, queda claro que el que firma este blog sobrevalora mucho a Tim Burton y Johnny Depp, pero en fin...

G B dijo...

Una peli para hechar un rato, y más si te gustan los musicales y eres amantes de la fantasía gótica con la que rodea Tim Burton a sus películas.
¿Un 10? más que Pozos de Ambición, ¿a que estamos jugando Taxman?.
Una peli bien hecha (hatrick de touching).
Un abrazo, que la crítica está muy bien escrita.

Maria (en casa)... dijo...

Alguno de nosotros dos debía de hacer esta entrada, y sin duda la ha hecho el más acertado de ambos, porque una servidora no habría empleado mejor los adjetivos utilizados para definir la grandeza de esta película. Una vez más Tim Burton me vuelve a tocar el corazón, que más se puede decir de una obra maestra cuando no hay palabras para expresar su virtuosismo?Alberto, tú ya lo has dejado claro por los dos, y en una gran crítica;)con entradas así es imposible resistirse a seguirte a diario:)
PD: sin duda Maximum y Gonzo..no estan hechos para la exquisitez que rodea a los visionarios del espiritu Burtoniano...jeje Bss

Anónimo dijo...
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