miércoles, 16 de febrero de 2011

The Fighter - Cuadrilátero de tópicos



Siempre es difícil hablar de películas como “The fighter”. Y no es, precisamente, por que tenga una trama apasionante de la que es mejor no saber nada antes de entrar al cine, todo lo contrario. La nueva película del director David O.Russell es un cúmulo de tópicos, una historia contada una decena de veces más y, lo que es peor, la mayoría de veces, mejor. Y es que es inevitable que a lo largo de sus 115 minutos a uno se le vengan a la cabeza las sensaciones que sintió viendo “Million Dollar Baby”, “Ali” o “Toro Salvaje” y, con semejantes contrincantes en frente, “The fighter” pierde por KO en el primer asalto.

Estamos, en cualquier caso, ante una película correcta en todo momento, con un comienzo prometedor y contada con una elegancia y clasicismo dignos de mención. El principal problema es la falta de elementos novedosos o diferentes en la eterna historia de redención de un boxeador con problemas. Y es que, si algo diferenciaba a las películas de Eastwood, Mann o Scorsese mencionadas anteriormente, era que, dentro del tópico, sabían encontrar un punto de inflexión en su trama que las convertía en, además de clásicos, obras diferentes, oscuras, melancólicas, y, en cierta manera, arriesgadas, algo a lo que “The fighter” ni siquiera se acerca.

Quizás por todo esto destaque de forma tan sobresaliente el trabajo de algunos miembros del reparto,y eso que su protagonista, Mark Whalberg, vuelve a ofrecer su peor cara con una interpretación vacía y falta de vida, lo peor que le podía pasar a un personaje que pide a gritos un carisma y orgullo que nunca llega a tener. Pero ahí aparecen unas maravillosas Amy Adams y Melissa Leo para robar cada uno de los planos por los que asoman con toda la facilidad del mundo. Pero, si toca mencionar a alguien en especial, ese es Christian Bale. Auténtico cerebro, corazón y, hasta músculo, de la cinta, Bale regala el mejor trabajo de su carrera, una interpretación apabullante que se convierte, sin duda, en lo más memorable de “The Fighter”.

Como bien ejemplifica su cartel promocional, público y crítica se han rendido a los pies de “The Fighter”, convirtiéndola en una de las películas más nominadas en casi todas las galas de premios que se van sucediendo en estos meses y, además, consiguiendo cifras de recaudación nada desdeñables, especialmente en Estados Unidos. Sin embargo, no parece demasiado arriesgado imaginar que, dentro de no mucho tiempo, quizás el próximo año, pocos nos acordemos de los logros sentimentales y deportivos de Micky Ward y su hermano mayor. Puede que entonces tengamos en cartelera otra historia de superación y redención ambientada en el mundo del deporte. Esperemos que, para entonces, nos noqueen con algo más que convencionalismos y tópicos. Propongo, humildemente, que utilicen la emoción. Suele funcionar.

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