miércoles, 9 de febrero de 2011

"Primos" - Lo que realmente importa




A priori, sorprende que un tipo tan defensor del drama como es el director Daniel Sánchez Arévalo haya firmado la mejor película de su carrera con una comedia romántica como "Primos". Pero quizás no debería extrañarnos tanto. Y es que, sus dos obras anteriores, la notable "Azuloscurocasinegro" y la excesiva, en todos los sentidos, "Gordos", escondían en su interior una buena dosis de humor sepultada por un dramatismo e intensidad latente en cada fotograma. "Primos" da la vuelta a la tortilla y bajo la capa de comedia alocada esconde un corazón dramático de alto voltaje que, por tópico, no deja de ser conmovedor.

La historia de estos tres primos inmaduros que viajan al pueblo de veraneo de su infancia para olvidarse de sus problemas y conflictos supone, además de un entretenimiento puro y duro, una reflexión sobre la necesidad del ser humano de escapar de sus problemas en el mundo adulto, de encontrar y agarrarse a la primera opción que se le aparezca para desaparecer del lugar del conflicto como si esperara que se solucionara solo. Los protagonistas de una de las mejores comedias que nos ha ofrecido el cine español reciente consiguen, sin apenas esfuerzo, calar entre un público al que no debe costarle trabajo identificarse con cualquiera de los memorables personajes que se nos presentan. Despiertan el mismo cariño con el que, se intuye, han sido creados por la mente de un Sánchez Arévalo que demuestra, por tercera vez consecutiva, ser uno de los mejores guionistas de nuestro cine ,a demás de un espléndido director. A todo esto ayuda un reparto en el que es completamente imposible destacar a uno u a otro. Todos ellos, desde un Quim Gutiérrez pletórico, hasta una Inma Cuesta absolutamente maravillosa, pasando por el, siempre, genial Raúl Arévalo o la excelente Clara Lago, pocas veces se ha visto a un grupo de intérpretes tan naturales, convincentes, reales y cercanos. Todo al mismo tiempo.


Dotada de un ritmo equilibrado donde todas sus facetas y tramas confluyen sin molestarse las unas a los otras, "Primos" es una joya que encuentra en su, aparente, falta de aspiraciones su mayor éxito. Lo espontáneo del amor, lo complejo de la derrota, la superación de los miedos o la toma de decisiones, se hace mejor desde la sonrisa, aunque eso no reste ni un ápice de emoción. Y, aunque la realidad siempre supera a la ficción, Daniel Sánchez Arévalo lo sabe,y por eso ha preferido secar las lágrimas de sus personajes y cambiarlas por risas y buenos sentimientos.

No importa como entres al cine, si has tenido un mal día, si todo te ha ido genial o si necesitabas refugiarte bajo la luz de un proyector. A veces todo es tan sencillo que tres primos bailando una canción de los Backstreet Boys te alegran el día. O que escuchar una declaración tan original, genial y conmovedora como "te prequiero" te pone un nudo en la garganta. Y, todo eso, con la sonrisa permanente en la cara. Puede que "Primos" no sea una obra maestra en el sentido estricto del término. Pero es una grandísima película hecha con el corazón. Y eso, a veces, es lo que realmente importa.


1 comentario:

Admin dijo...

Muy buena crítica, de una gran película